El legado del vermú

En el barrio Parque Chas, uno de los paseos obligados de la ciudad por sus laberínticas calles y curiosidad romántica, nos encontramos con la apertura de una vermutería en el histórico Club Saber.

En el universo del salón donde habita el buffet, conviven varias postales: las vitrinas con las copas y fotos de las viejas glorias del club, aficionados jugadores de naipes, un piano, largas charlas, una mesa de ping-pong recién llegada, el eco de los goles que se gritan en la cancha de “baby fútbol” y la apertura de Club Saber Vermutería.

Con la premisa de continuar la tradición del vermú y fomentar la pasión por los encuentros entre vecinos (y no tanto) del barrio de Parque Chas, el Club Saber abrió una vermutería en la que se pueden encontrar con varias sorpresas quienes sean amantes de las picadas.

“La iniciativa surge porque siempre se tomó vermú en el Saber. Más que una iniciativa era simplemente darle oxígeno a una pequeña llamita que siempre existió y que el reloj transformaba en cenizas con el pasar de los años. Había que limpiar la vitrina del Club y afinar el piano. Darle brillo a su gloria y melodía a sus teclas. El Club siempre fue un epicentro de encuentros, de charlas, conferencias sobre comunismo, truco, naipes y anécdotas. La idea era volver a poner la nostalgia al ruedo. No perder la esencia del Club, su tradición y su historia, acercando a los viejos conocidos del barrio y a los que van llegando. El público es variado. Vienen pibes y pibas, pero también gente grande que entra al club y se emociona porque comienzan a llover recuerdos de décadas y décadas de historia”, nos cuenta Ignacio, uno de los encargados del Club Saber.

De miércoles a sábados de 19:30 a 24 abre la cocina, una linda oportunidad para pasar por el club, sentarse las mesas de la calle Llerena 2727, degustar de sus picadas, un rico vermú y sentirse acompañado por un ambiente de barrio auténtico, con el cordial recibimiento de los encargados del club que preparan todo para que los comensales se sientan a gusto y entren en la historia del club, que fue inaugurado en 1926 por vecinos del barrio con la apertura de una biblioteca popular llamada “El resplandor”.

“La oferta gastronómica es variada. Hay un poco de todo. Tortilla de papa española, jamón crudo cortado a máquina en el momento, pastrón, queso Brie, alcauciles ahumados en quebracho, fainá, fatay, berenjenas en escabeche, morrones rojos asados, y espárragos al horno con queso fundido. Se puede tomar desde sidra con hielo hasta gin tonic. Para el invierno comenzarán los platos calientes como polenta con estofado y guiso de lentejas. Para el 25 de mayo se está gestando un gran locro barrial con música en vivo. Algo que es costumbre y se suele respetar es que siempre se festejaron las fechas patrias en el Club. La pandemia ha dejado muy golpeado a todos los Clubes de barrio y fue muy difícil sostenerlos. Esta iniciativa es también para que el Club siga con vida, brillando, y dando un servicio al barrio como lo hizo siempre” - agrega Ignacio con la idea puesta en conservar la mística y los símbolos del barrio.

La apertura de El Club Saber Vermutería es una gesta colectiva que ofrece motivos y da esperanza verdadera para que las personas se acerquen a las tradicionales actividades del club de barrio, esta iniciativa es una inyección de movimiento, unidad y valor por el encuentro porque si y pasar buenos momentos.

Ricardo Tamburrano.