¿Cómo fue tu desembarco en la gestión del Cultural?

-Nos propusimos varias cosas cuando asumimos esta gestión, pensamos ¿De qué manera podíamos transformar lo que era un centro cultural que estaba envejeciendo? No porque las propuestas necesariamente eran viejas, sino que necesitaba refrescarse de alguna manera y recuperar a un público que estaba circulando por otros territorios más amablemente. Las cosas que nosotros sentimos como positivas es haber recuperado esas ganas del sector cultural joven de hacer cosas en el Cultural y eso me parece que es muy importante, como la vuelta del FIBA y del BAFICI.

Realizamos modificaciones para que la gente se sienta más a gusto con el espacio. Las intervenciones artísticas, los murales, la galería al aire libre o la mejora en la propuesta estética vinculada a las artes visuales sumado los arreglos que pudimos hacer con el esfuerzo y la creatividad de los trabajadores. Veníamos con temas estructurales en el edificio. Es fundamental la participación de los artistas, en el 2022 tuvimos una programación en la que participaron cerca de 300 artistas, lo mismo que en este 2023 en la que van a participar la misma cantidad. Y eso es muy fuerte sobre todo porque no son artistas vinculados a las artes escénicas solamente, sino lo que buscamos es el equilibrio entre todas las expresiones.

¿Cuál es el público que se acerca al cultural?

-Creo que se está acercando público que no era consumidor del cultural San Martín. Lo que generamos son propuestas nuevas con artistas jóvenes, asi logramos una convivencia entre lo nuevo y lo consagrado con las artes visuales, el cine y sus festivales, con la música. Eso hace que el público vaya renovándose. Sostuvimos Jazzología, una actividad que ya tiene 39 años. Armamos un programa con la DGART, donde dos martes por mes, se presentan propuestas musicales e hicimos muchas actividades vinculadas a conversaciones y pensamiento: el ciclo Pensar joven, el Filopaloosa y un ciclo vinculado a la cultura urbana. Todos estos son espacios de encuentro donde fundamentalmente la propuesta está dirigida a un público joven nuevo que quiera además encontrarse a pensar, discutir, dialogar y generar un espacio donde las ideas puedan encontrarse a convivir sin modo conclusivo: una posibilidad de debatir para transformarnos.

¿Qué preparan para los 40 años de democracia?

-El cultural fue sede de muchos acontecimientos que tuvieron que ver con el nacimiento de la democracia, por eso tiene una relación directa con estos 40 años: con el nacimiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Mercosur, del Movimiento Nacional de mujeres y su consolidación, con las actividades relacionadas a las actividades comunidad homosexual.

Este es un espacio muy vinculado a los derechos, con lo cual es un momento muy importante que nosotros empezamos a celebrar el año pasado donde trabajamos sobre la ecología, el medio ambiente, la educación, cultura digital y las nuevas tecnologías y haciendo una revisión de cómo fueron estos 40 años las artes escénicas. La programación del 2023 equilibra todas las actividades artísticas de la Ciudad y pone en valor la diversidad que es una de las conquistas más importantes de estos 40 años.

¿Y a la sociedad como la ves?

-Tengo una mirada muy crítica y al mismo tiempo esperanzadora.  Creo que estos 40 años tienen para la sociedad muchísimas deudas, pero también muchísimos logros que hicieron que seamos mejores personas: el matrimonio igualitario, la patria potestad compartida, el divorcio y la posibilidad de que las minorías conquisten derechos y sean respetadas. Hay una conciencia que crece cada vez más en relación al respeto de las minorías. El crecimiento de la participación cultural en nuestra sociedad también es un valor a rescatar.

Creo que la cultura es muy importante porque nos convierte en ciudadanos democráticos y segundo es la mejor expresión de que se pueden construir puentes en las diferencias para hacer cosas importantes para los ciudadanos de nuestro país. Donde nos permite ponernos de acuerdo más allá de las diferencias.

Tenes mucha participación en las actividades que forman parte del cultural: estrenos, muestras, etc…

-Si bien soy tímido, está mi naturaleza acompañar. Desde que empecé mi actividad en lo social y en lo político siempre entendí que lo más importante era encontrarme con las personas que quería para estar y acompañar. Empecé a los 13 años en el colegio secundario y mi misión en el Centro de Estudiantes –donde entraba a la mañana y me iba a la noche- se trataba de que los pibes estén mejor. Estábamos en el nacimiento de una época, entonces, había que sostener con fuerza de encuentro y unidad más allá de las diferencias. Aprender la cosa pública de esa manera tiene que ver con cómo nos formamos. Siempre me pareció que estar es clave para que el otro se sienta representado y acompañado. Me gusta dialogar, conversar y conocer gente. Saber porque los artistas quieren estar en el cultural, eso fortalece no solo una relación si no termina fortaleciendo la programación. Transmito que el espacio público es un espacio posible a habitar. Cuando alguien te abre las puertas para poder hacerlo y te hace sentir que lo que vos venís a proponer tiene sentido para el lugar. A los estrenos voy, pero después no estoy tan presente, trato que los artistas celebren con sus amigos, con sus familiares porque los verdaderos protagonistas son ellos. Me interesa que el artista sienta que el cultural es un espacio para crear en libertad. Es clave que sepan que los acompañamos y que este espacio pertenece a la cultura pública de la ciudad de Buenos Aires y que pueden proponer y hacer y pensar cosas para generar contenidos.  Hay gente que me escribe por Instagram y me pide disculpas y para mí es algo natural, no soy un monarca ni alguien inaccesible. A mí me puede escribir cualquier persona porque soy una persona como cualquier otra, no hay diferencia porque administro este lugar.  Siempre que alguien me escribe contesto. Eso hace que este lugar tenga una valoración diferente. Me interesa que el otro sienta que es atendido.  Y eso le da más sentido y más fuerza a la programación total del centro cultural, es clave para la gestión y construye red. 

¿Estás pendiente de la cantidad de público que concurre?

-Estoy pendiente del público que viene al cultural en varios sentidos. En principio quiero que la gente se sienta bien con respecto a la programación.  Siempre quiero que las propuestas convoquen mucha gente. Tengo la necesidad de que las cosas que nosotros hagamos sean propuestas que logren la participación de público y que el público se sienta satisfecho con lo que está viendo y con la experiencia que está viviendo, ya que me interesa su mirada. Con esto digo que la programación no está enfocada en el entretenimiento, sino en provocar, transformar y generar pensamiento. Porque me apasiona, pienso en el público que viene, en su crecimiento y para que vuelvan. Las encuestas de consumos culturales dicen que hemos logrado un crecimiento, desde que hemos llegado a la conducción, en la valoración positiva del público que viene al cultural.

En un futuro… ¿Qué imagen te gustaría que quede de tu paso por el cultural?

-Me incomoda la cosa “yoica”. Recibo muchas críticas por las cosas que debería apropiarme y no hago. No se si quiero que recuerden mi paso, sino lo que me interesa es lo que está sucediendo ahora, que la gente y muchas organizaciones importantes ven que el Cultural tiene una vida que hace mucho tiempo no tenía.

En todo caso, lo que preferiría es que la gente recuerde esto que sucede hoy y que lo sostenga. La verdad es que este lugar, que defino como 50 mil metros cuadrados para la cultura en la Ciudad, debe ser sostenido en el tiempo, porque tiene sentido sostener un espacio histórico, tan simbólico y tan reconocido por todo el mundo. Lo que me gusta de este presente, es que la gente que sale de ver algo en el Cultural se va transformada.

Ricardo Tamburrano

Ver Programación completa en https://elculturalsanmartin.ar/