María Paula del Olmo y Carolina Sturla crearon la Feria de Dramaturgias en el año 2018. Se conocieron cursando la maestría en dramaturgia de la UNA (Universidad Nacional de las Artes). Pronto surgió una inquietud:  había muchos dramaturgos y dramaturgas en talleres, en cursos, mucha producción nueva pero eso no se veía reflejado en el circuito teatral; quienes dirigían, ante la dificultad de encontrar textos, recurrían a los clásicos o se ponían a escribir.

Se producía una doble dificultad: para quienes escribían, alcanzar la escena y para quienes dirigían, conectarse con nuevos dramaturgos/as y con nuevas dramaturgias. 

La primera edición fue en la UNA y tuvo una convocatoria hacia adentro de la maestría: invitaron a estudiantes, egresados, personas que habían cursado allí.  Ahora es una feria abierta y esto tiene consecuencias que se verán a continuación.  

El crecimiento y la apertura implicó múltiples aristas, la feria se realiza en el Centro Cultural Recoleta, dura dos días -17 y 18 de septiembre- y alberga diferentes secciones: cuenta con El Mercadito que es un espacio de venta y difusión de libros teatrales; proponen una instalación de escritura colectiva en máquinas de escribir, que dio como resultado un fanzine digital que saldrá en la página web este mes. Incluyen la sección Antología: el año pasado entrevistaron a Susana Torres Molina e hicieron una retrospectiva de su obra y este año tendrán de invitado a Luis Loyola Cano, básicamente, la feria, no para de crecer.

Una clave de la feria es la sección Lectura dramatizada. Para explicar en qué consiste, citan a Patricia Zángaro “un espacio de frontera entre el texto y la escena, donde algo de lo textual, de la palabra queda en primer plano, resaltada”.  Cuentan que este formato les permite a quienes dirigen, con pocos ensayos, llevar a cabo un montaje tomando decisiones parciales.  Fundamentalmente se posibilita el generar vínculos entre quienes llevan a cabo la dramaturgia y quienes abrevan en la dirección. En ocasiones ese interés se continúa más allá de la feria y avanzan hacia una puesta.  Suelen decir que la feria no es solo esos dos días en los que tiene lugar sino los vínculos que se generan. ¿Cómo se eligieron los textos para esta sección? Tuvo lugar una convocatoria abierta y participó un comité de lectura amplio para privilegiar la diversidad. La decisión final estuvo en manos de Carolina y Paula, organizadoras y curadoras. Con respecto al montaje hubo selección de currículums desde personas con trayectoria hasta otras que se inician, la clave es presentar variedad y establecer cruces con los textos dramáticos ya seleccionados. Teniendo en cuenta que es una feria de dramaturgias es lógico que se produzca en este orden. Es importante decir que recibieron 150 textos teatrales y 60 postulaciones para dirección.

A las dos les interesa el universo editorial, piensan el texto dramático como el género literario que es, coinciden en que se disfruta la lectura, entonces se fueron contactando con editoriales cercanas, de gente que conocían y a partir de recomendaciones se fue armando la red de editores… muchas de las que estuvieron el año pasado volverán a estar.  Esperan que vaya creciendo en público, en concurrencia y que puedan sumarse algunas otras editoriales que tienen en vista.

Como la tradición no es ajena a la escritura dramática, la sección Antología busca mostrar obras representativas de figuras de la dramaturgia, seleccionar algunas del comienzo de la carrera, mostrar cómo fue cambiando la escritura a lo largo del tiempo, con Luis Cano además se incluirá una obra que estrenará el año próximo, en el marco de esta antología. Con él seleccionaron partes de las obras (en este caso cinco en total), convocaron a un director que hará un montaje.  En síntesis, se construye una Lectura Dramatizada que contiene esos fragmentos en línea histórica y posteriormente se hace un conversatorio que se revela como una cocina de lo teatral, en esta ocasión Luis Cano conversará con Alejandra Varela.

Frente a la pregunta por el nombre, señalan que querían que la palabra “feria” estuviera incluida puesto que remite al encuentro, al intercambio:  los artistas llevan lo que tienen para mostrar, las editoriales también, ahí se produce el vínculo y como en toda feria, se vive un clima festivo.

Se trata de un festival autogestivo y, de algún modo, ellas están todo el año armándolo.  Sin embargo, en el mes previo se suman colaboradores y amigos que hacen posible que este acontecimiento, efectivamente, tenga lugar. Señalan que en el comité de lectura, además, hay personas con trayectoria a quienes consideran maestras y valoran muchísimo que se hayan sumado al trabajo y a la fiesta.

En la página web están los nombres de todas las personas que han participado, es una lista enorme. Fedras existe gracias al apoyo de la gente de la comunidad teatral. Y por supuesto, esperan que vos, que estás leyendo esto, te acerques a compartir.

Por Monica Berman