Luego de cuarenta años de finalizada la última dictadura cívico-eclesiástica-militar en el país, aún quedan múltiples aspectos por repensar en torno a las violencias ejercidas de manera sistemática durante ese período. Para algunas personas, como aquellas que son parte de la comunidad sexo-género disidente, los mecanismos de terror y aniquilación permanecieron vivos muchos años después de terminada la dictadura. Incluso todavía hay métodos de violencia estatal que son pervivencias de los gobiernos de facto.
Matías Máximo es Especialista en Periodismo Cultural por la Universidad Nacional de La Plata y Magíster en Periodismo Narrativo por la Universidad de San Martín. Viene trabajando, desde hace años, en torno a temáticas ligadas a la comunidad LGBTIQ+. A su vez, escribió para distintos medios de comunicación como Anfibia, Cosecha roja y el suplemento Soy de Página/12, entre otros.
El Nunca Más de las locas, su cuarto libro, constituye un ejercicio de memoria imprescindible al momento de continuar pensando los impactos y modos de funcionamiento de la última dictadura. Interviene activamente la memoria colectiva y dialoga con aquel histórico informe, Nunca más, confeccionado en 1984 por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. Frente a aquel texto, el libro de Máximo se sitúa en las múltiples rendijas que quedaron abiertas. Es así como retoma testimonios de personas travestis, trans, lesbianas, homosexuales, maricas para contar, desde estos lugares ligados a la contranormatividad sexo-genérica, las violencias específicas.
A través de los nueve capítulos que conforman el libro, se revisitan distintos espacios y tiempos. Aparecen las memorias en torno a las fiestas organizadas durante la dictadura en el Delta del Tigre y la comunidad de resistencia y celebración que se construyó ahí. Figura la memoria en torno al testimonio aportado por Valeria del Mar, el primero de una identidad travesti que participó como querellante y colaboró enormemente en la consideración de los delitos sexuales como delitos de lesa humanidad. Reconstruye el modo en que se organizaron las disidencias a partir de la conformación de las primeras organizaciones de homosexuales en el país y de la comunicación clandestina en espacios de socialización como las teteras y fiestas de la ciudad de Buenos Aires. Retoma los documentos desarrollados por la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Airea (DIPPBA) que dan cuenta de detalles sexo-genéricos que eran atendidos durante las vigilancias. Lo sucedido en torno a la Guerra de Malvinas figura como otro de los mojones que el autor retoma a partir de testimonios y de revisar a contrapelo los hechos acontecidos para la población disidente. Los relatos de exilio, las estrategias de supervivencia y los primeros reconocimientos legales también forman parte del libro.
La publicación cuenta con las lúcidas palabras de Marta Dillon en el prólogo y con un anexo con materiales de archivo fotográfico y recortes de textos de distintas procedencias. Como dice el autor, a lo largo de la reunión de testimonios y materiales, “se encuentra el orgullo como respuesta política, la sexualidad como resistencia, el goce como forma de habitar, la identidad como un devenir, las categorías hechas para romper, la familia en el abrazo, la fiesta como patria, la belleza como destino”. Así, este libro enviste una inmensa importancia como oportunidad para repensar nuestra historia reciente y también celebrar las disidencias sexo-genéricas.
Por Agustina Trupia
Ficha bibliográfica: Máximo, Matías (2023). El Nunca Más de las locas: resistencia y deseo en la última dictadura. Ed. Marea.