Speziaita
Sección Danza - Revista Llegás
Danza

Speziaita

12 de julio de 2023

Podemos pensar la danza contemporánea independiente de la ciudad de Buenos Aires como un gran espectro de propuestas que se alinean a distintas corrientes dentro de lo que sería la danza espectacular occidental, en términos históricos, pero que también buscan sus propias estéticas. Entre ellas hay obras más formales, obras de improvisación, obras cuyas puestas son liminales y se ven atravesadas de elementos que las corren de una definición precisa,  y otras que sencillamente nos hacen pensar. Speziaíta es una propuesta inclasificable en su género o en todo caso, de las que nos hacen pensar desde su zona liminal.

De acuerdo a su difusión, Speziaíta es “un tipo de anfíbol”,  “una piedra”, “una danza hecha con retazos recolectados en tierras circundantes”, “un show tectónico”. Sus dos intérpretes, Pedra Pepa y Celia Argüello Rena, mueven esos “afectos sedimentados” o “gestos fosilizados” al ritmo de “una posible y desviada teoría del big bang”.

Un gran interrogante despierta esa gacetilla encriptada que invita a lo desconocido. ¿Qué significa ser un anfíbol? Algo que el diccionario define como conjunto de minerales, “rocas fundamentales del magma volcánico”. ¿Acaso es una pregunta por la propia permanencia en tensión con aquello que puede fosilizarse y perpetuar su existencia (una piedra)? ¿O es una síntesis de destino, del orden “al polvo vamos”? ¿Acaso es un llamado al rescate de la tierra, de sus profundidades tectónicas? ¿O es una puesta en jaque de lo que estamos siendo/haciendo los seres humanos?

Pedra es poseída en su haber por el drag y el burlesque, creando un draglesque que desarrolla con un personaje propio además de producir obras que cruzan “medios artísticos para el entretenimiento pedagógico”.

Todo su ser draglesque aparece en la vinculación creativa con Celia, bailarina y coreógrafa con un interesante recorrido en el ámbito de la danza independiente de esta ciudad porteña.

Ambas entrecruzan sus mundos para construir esta corporalidad liminal que también versa sobre las disidencias en danza estirando la normativa de género en una corporalidad que pareciera estar por fuera de las definiciones.

Una masa-piedra en el centro de la escena nos pone en órbita junto a unos cuerpos encapuchados que no sabemos bien qué es o son. La masa del centro podría ser otro cuerpo sobrecargado de ropa, cosas, capas, bolsas. Como un sintecho anónimo en las calles de la ciudad, un desclasado fuera del circuito del consumo o sus restos fosilizados en el paisaje urbano.

Otra imagen que puede desprenderse de esta masa central se vincula con las montañas de ropa en el desierto de Atacama, descarte del consumo del mundo, de una de las industrias que más agua utiliza, colaborando con el daño ambiental. De todo esto podría derivar una especie de denuncia anticonsumo, si el imaginario continuara por esos lares.

La acción de girar pululando por el escenario erosiona el pensamiento, ¿son hojas al viento, granos de arena? Siempre ronda cierta pregunta ontológica que se cuela en este espacio en el que el tiempo de girar sin sentido propone un hacer no productivo, un estar contemplativo, un tiempo fuera de la producción del capital.

Por otro lado, las diversas acciones técnicas que llevan adelante -como mover algo del escenario, por ejemplo- así como vestirse o desvestirse casi sin salir de escena, rompen el efecto de ilusión teatral. No sólo presenciamos la caída del velo, también vemos el trabajo del artista en jaque con la precariedad de las condiciones laborales.

La amalgama de las intérpretes roza lo monstruoso en esa corporalidad amorfa e indescifrable. Se produce una imantación cautivante, freak, queer, donde la rareza produce atracción.

La ambientación sonora apela por momentos al cuerpo humano como caja de resonancia. Se oyen sonidos guturales, succiones, chasquidos, una comunicación en la que la voz emerge como banda sonora, como música, hasta concretarse en un tema rapeado con una estética de videoclip trapero filtrado por Tiktok. En la expresión verbal también suena la denuncia.

Una montaña se despliega evocada por los tonos tierra y los cantos de los pájaros, como un llamado de la naturaleza. Las aves se mueven espléndidamente, nos recuerdan la sencillez del presente,  la temporalidad de la tierra, la maravilla del mundo vivo que coexiste con el ser humano, que es parte de ese ecosistema al que se le extrae hasta el último mineral, speziaíta.

Hacia el final, parecieran extinguirse esos cuerpos en una oscuridad que los devora,  desapareciendo en el paisaje. Quedan los ecos de una humanidad en danza con su medio, más allá de las categorizaciones de género, por encima de las modas, en rebelión contra el consumo y cualquier patrón de lo establecido.

 

SPEZIAÍTA de Celia Argüello y Pedra Pepa

Funciones: viernes 22.15hs / sábados 17hs

ESPACIO CALLEJÓN Humahuaca 3759

Ficha Artística: Creación, dirección y performance: Pedra Pepa, Celia Argüello .- Marco conceptual y dramaturgia: Celia Argüello.- Colaboración y asistencia coreográfica: Federice Moreno Vieyra.- Espacio: Nico Sosa y Carolina Favre.- Vestuario: Ramiro Bailiarini y None Agueli..- Diseño Sonoro: Marté.- Arreglos y Grabación en "Cuánto Dura": Patricio Lisandro Ortiz.- Luces: Sebastián Francia.- Colaboración y entrenamiento Vocal: Vero Grande.- Coach Vocal: Roma Trigo.- Asesoramiento en geología: Claudia Brito .- Comunicación y Fotos: GLA (Gerónimo Lagos Agüero).- Colaboración en IA: NUWANLISS (Ana Mirabal Mujica).- Colaboración fotográfica: Azul Rosetti.- Asistencia en preproducción: Natalia Mansueto.- Producción ejecutiva: DVAE y Zoilo Garcés.- Coproducción: DVAE, FESTIVAL CALLEJÓN, Galpón de Guevara.-

 

 

Dulcinea Segura Autor
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