¿Qué hacer cuando te ves toda fundida en la materia? ¿Qué pasa cuando no hay división entre los objetos que te rodean y tu cuerpo, cuando la indiferenciación con el mundo casi te paraliza?
¿Se puede bailar lo que no se comprende?
No se llama es una pieza de narración autobiográfica en la que la artista es al mismo tiempo persona y personaje. La vida de Julia Gómez como bailarina y como mujer queda plasmada en esta puesta contundente que da cuenta de un hecho que la marcó: “No se llama es un solo autobiográfico que narra mi vida signada por un accidente cerebrovascular que sufrí hace seis años” relata la intérprete recordando cómo irrumpió de forma intempestiva el ACV.
Un ACV es un accidente vascular que ocurre cuando algo obstruye el suministro de sangre a una parte del cerebro o cuando un vaso sanguíneo se rompe. A nivel físico puede producir el adormecimiento repentino de la cara, los brazos o las piernas, especialmente de un lado del cuerpo, así como confusión repentina, dificultad para hablar, pérdida de equilibrio o coordinación. Se trata de un evento cerebral cuyas secuelas pueden ser graves o incluso producir la muerte.
Llama la atención que los ACV lamentablemente estén sucediendo en personas cada vez más jóvenes, pero más allá de que sería positivo preguntarse por los motivos, destacamos el poder transformador que tiene el arte y señalamos esta pieza coreográfica como una manera de acercarse al tema desde el arte de la danza y en primera persona.
Para aproximarse a entenderlo o decodificar un poco de qué se trata, invitamos a ver la obra y descubrir esas sensaciones que transmite la intérprete al sacudir suavemente su cuerpo mientras lleva alternadamente las manos al pecho y al rostro, o al desarmarse como una muñeca articulada que se rompe, o cuando se pregunta qué está pasando con un cuerpo que no responde, con su ser entero que se disuelve.
Pese a todo ella está ahí, presente en cuerpo e identidad, trayendo las memorias a un presente ampliado y expectante.
Entre pausas sonoras o lumínicas, los desplazamientos del cuerpo de la bailarina en la escena anuncian diferentes momentos que se suceden también en distintas partes del espacio escénico. Julia baila acompañada de la música de Chopin y parece evocar en su danza cierta gramática del ballet clásico (formación que la acompaña y que enseña). La coreografía que se dibuja entre su cuerpo y las sombras que proyecta pueden aludir a la fugacidad del momento así como hacer estallar la corporalidad que se multiplica entre la materia concreta y sus proyecciones evanescentes.
Quizás esas sombras evocan también las sensaciones de ese accidente que atravesó, historia que anima esta obra y que tal como se escucha que sucede cuando una persona atraviesa situaciones límites, produjo clarificaciones en las prioridades de la vida de la intérprete más allá de lo trágico de ese momento: “fue un volver a empezar y lo agradezco porque para mí ahí empezó la real Julia bailarina”, señala Gómez indicando que el accidente la modificó por completo.
Sus danzas evocan lo que vivió corporalmente y de qué manera pudo atravesar la situación que la descolocó porque el cuerpo no le respondía. Un instante en el que el tiempo se estiró en un presente denso de capas yuxtapuestas conviviendo en simultáneo, experiencia temporal única que investiga también en la obra: “me pregunto por ese tiempo que no fue lineal; por esa fisura que trajo caos, crisis, confusión y a la vez la oportunidad de comprender la vida y mi danza de otro modo.”
No se llama es una obra que trae la conciencia sobre la posibilidad del cuerpo entrenado de escuchar y reconocer lo que le pasa, para poder accionar en consecuencia.
También muestra cómo a través del proceso creativo se pueden procesar situaciones traumáticas de la vida convirtiéndolas en piezas artísticas, más allá de la racionalidad de las palabras.
Funciones viernes de noviembre a las 20hs en MOVAQ (Malabia 852, CABA)
Ficha: Dirección, textos y performance: Julia Gómez.- Asistente de dirección: Lucila Shmidt.- Colaboración artística: Fina Dane.- Asesoramiento teórico: Ludmila Hlebovich.- Diseño de iluminación: Alfonsina Stivelman.- Música original y diseño sonoro: Federico Karrmann.- Temas musicales: Angelo Badalamenti y Frédéric Chopin.- Fotografía: Javier Sabaté.- Diseño gráfico: Fina Dane.- Teaser: Federico Karrmann.- Producción: Julia Gómez y Karla López.- Comunicación y prensa: Cecilia Gamboa.-