En las puertas del libro un fragmento metafísico (de esos que arremeten sobre las cosas últimas) de Los detectives salvajes de Roberto Bolaño ofrece algunas pistas de lectura para La más recóndita memoria de los hombres del senegalés francófono Mohamed Mbougar Sarr, ganador del gran premio de las letras francesas Goncourt. Pero este fragmento de Bolaño no solamente dona el título si no también la estructura explícita de todo el libro: la búsqueda de un joven escritor, T.C. Elimane quien con su primera publicación “El laberinto de lo inhumano” ha conmocionado la escena literaria a finales de los años 30.  En el 2018 Diégane Latyr Faye, joven promesa de las letras, se cruza con este libro y con la historia de la desaparición abrupta de su autor. A partir de allí la trama se despliega en una búsqueda “poética” que involucra celebridades de las letras africanas, una historia familiar con la estructura de un melodrama esotérico, un vistazo a la cultura africana en tensión con el Occidente colonial y  los grandes traumas bélicos del siglo xx. Esta suerte de viaje iniciático interno de Faye (esa forma indestructible) desembarca también en una Buenos Aires donde resuenan las voces populares  del Cordobazo, donde hasta Sabato y Gombrowicz son parte del cuadro.  Estos dos nombres (entre otros) no parecen sumarse para inscribir ningún dato documental real sino más bien para que la novela profundice sus múltiples hipótesis sobre la literatura como episteme del mundo: “La literatura; no quedaba nada ni quedaría nunca nada más que la literatura; indecente literatura, como problema, como fe, como vergüenza, como orgullo, como vida”. Apoyándose en texturas epistolares, bitácoras, relatos orales y críticas periodísticas La más recóndita… es la búsqueda de un fantasma , un fantasma sólido y huraño que modifica la vida de las personas a las que les pasa cerca: todos los actantes callan más de lo que dicen y tardarán en darse cuenta cuál es su lugar preciso en esta trama. La más recóndita memoria de los hombres es una novela que no adelgaza la maquinaria de la ficción con párrafos débiles sino que asume el riesgo de darle sentido al Caos que ella misma plantea desde los recursos de la literatura. El uso de la ficción como pensamiento y fuga aún sigue respirando.

La más recóndita memoria de los hombres.

Mohamed Mbougar Sarr

Ed. Anagrama