En esta versión de la tragedia, compuesta por Pompeyo Audivert, el actor, director y dramaturgo vuelve a la carga con este maravilloso trabajo unipersonal interpretando todos los personajes de la obra, que se puede ver los sábados y domingos en el Centro Cultural de la Cooperación. 

William Shakespeare todavía da que hablar en versiones, reversiones y adaptaciones en un 2021 pandémico. Paradójicamente, suena más moderno que nunca. “Sonríe, Macbeth. Estamos haciendo política. Sonrisa y cuchillos”, se escucha -entre varias otras líneas estruendosas para la coyuntura actual- todos los sábados y domingos en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación.

Pompeyo Audivert encontró la manera de que el nombre de William Shakespeare cobre una forma diferente: “Versión para un actor”, se lee en el programa (digital) de mano. Después de dos batacazos artísticos como El farmer y Trastorno, el creador (esa conjunción elevada entre actor, dramaturgo y director, esa huella indeleble que aparece viva en todas sus puestas) duplicó su apuesta con Habitación Macbeth y volvió a demostrar que es una bestia escénica. Sin perder un ápice de intensidad a lo largo de 80 minutos, Audivert habita todos los personajes de la tragedia shakespeareana y también teje intertextualidades con el universo de Samuel Beckett. Interpretaciones de ese estilo no son fruto de la casualidad, del azar, ni cosas que el espectador puede encontrar a la vuelta de la esquina. Su enorme esqueleto es una caja teatral de recursos inagotables: entrega hasta la última partícula de su cuerpo en ese rito en el que -después de tanto tiempo de pantallas y de plataformas digitales- los espectadores vuelven a respirar el mismo aire (con barbijos y una distancia prudencial entre butacas). Ese hombre imponente con rasgos de Nosferatu que es Audivert, con la cara pintada de blanco, tiene la capacidad de desdoblarse en todos los personajes, no solo de interpretarlos sino de invocarlos y de convocarlos a su convite escénico. Pone su cuerpo, su gesticulación facial y sus ojos enormes en máxima tensión y los conecta con un costado desconocido, de otra naturaleza. Es y deja de ser al mismo tiempo: actúa como si estuviera poseído, como si una fuerza sobrenatural tomara control de su voz, de su físico, de su vida.

Habitación Macbeth tiene música original de Claudio Peña, que permanece con su cello en el extremo del escenario durante toda la función -y además tiene una acotada pero fluida participación actoral cerca del final-. Su partitura no estorba, todo lo contrario; sino que acompaña la puesta en escena y ayuda a Audivert a construir toda la potencia de esa atmósfera que debía estar en su cerebro cuando la imaginó.

Quizás, el espectador menos familiarizado con el universo shakespeareano pierda algunos detalles metalingüísticos y más enmarañados. Pero, al fin y al cabo, Habitación Macbeth es también y sobre todo un ejercicio teatral, diseñado para la entrega absoluta de un gran actor y sostenido por él: Pompeyo Audivert. Y cada palabra suya resuena, durante y después, en las paredes de esa sala y sobre la vereda de la avenida Corrientes. 

Por Gastón Cuneo

Habitacion Macbeth

Sabados 20 hs. Domingos 19 hs.

CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN

Av. Corrientes 1543

Actuación y Dirección: Pompeyo Audivert

Musico en escena: Claudio Peña