Seis cuerpos en escena denuncian privilegios. Torsos marcados, moldes masculinos, caras atractivas. Seis voces reflexivas se plantan en la puesta presencial de “Chicos Lindos” de Gabriel Gavilá para explicar las inseguridades sobre los mandatos impuestos e irregulares de ser o notarse varón en el ring social de las calles de Buenos Aires.
La obra abarca coreografías, entrenamientos físicos y canciones que miden el talento de seis jóvenes actores que reclaman atención en escenas con altibajos agresivos y sensibles.
La trama pasa por cuadros llenos de sentencias y de conclusiones arrojadas a espectadores pasivos que cosifican visualmente a los intérpretes que no tienen nombre, sino pectorales y abdominales utilizados para denunciar el fetichismo de la mercancía, los patrones impuestos y los modelos hegemónicos de observación. Respecto a esto último, Gavilá rompe la experiencia dramatúrgica para evitar compartir su posición desde un único argumento, sino más bien a partir de nudos narrativos.
Es inevitable hacer un cruce de esta performance con la estructurada y comercial “La Fiesta de los Chicos”, adornada en la calle Corrientes con rostros televisivos, y basado en un texto de Broadway (recientemente adaptado para Netflix). Si bien esta obra expone la cultura queer pre-Stonewall en Nueva York, resulta necesario ejemplificar cómo el teatro porteño busca exponer la crisis de identidad de la masculinidad contemporánea.
La ambición de “Chicos Lindos” no pasa por una escenografía soberbia sino por discursos ambivalentes donde se abrazan las imperfecciones y se renuncian a los privilegios de ambos géneros: el masculino y el performático.
Por Horacio Vera
Viernes - 20:00hs - LA SODERIA - ESPACIO ARTÍSTICO FABRIL
Actúan: Bautista Barreiro, Federico Cabello, Gastón Martins Canestrari, Diego Nagrug, Bruno Rondini, Diego Schmukler
Idea y dirección: Gabriel Gavilá