A veces hay que convivir con el dolor, pero en la actualidad existen paliativos como la anestesia, los analgésicos, las drogas legales y las otras. Podría decirse que en Óxido los personajes se vinculan a partir del dolor. Inés llega al consultorio de Gabriel, un viejo amigo (“casi primos”), por un diente partido. Él no puede atenderla por un temblor en sus manos y la paciente termina a cargo de Mauro, socio de Gabriel y viudo reciente. La angustia atraviesa la trama pero también aparece la carcajada nerviosa ante ciertas situaciones que conviene no spoilear. Óxido es una comedia angustiosa porque todo ocurre entre las cuatro paredes de un consultorio y porque sus criaturas están atormentadas frente a la posibilidad de padecer. Es curioso que las confesiones más terribles sucedan entre risas desbocadas por efecto del óxido nitroso, en una escena que refleja muy bien el tono general de esta pieza. Óxido aborda un tema incómodo y, a la vez, contemporáneo. Por momentos tiene un ritmo desparejo, pero llega a buen puerto y permite reflexionar sobre la importancia de los vínculos sanos en tiempos donde todo parece atentar contra cualquier posibilidad de equilibrio.
Por Laura Gómez
Dramaturgia y dirección: Gonzalo de Otaola
Actúan: Natalia Santiago, Guillermo Berthold y Gerardo Serre
Teatro El Grito, Costa Rica 5459
Viernes 22.30 hs. Entradas: $1000