Der Kleine Fuhrer. Ha vuelto
Sección Teatro - Revista Llegás
Teatro - Notas

Der Kleine Fuhrer. Ha vuelto

En un sótano en pleno microcentro, los espectadores son convocados para presenciar el discurso inaugural del nuevo fuhrer.

22 de agosto de 2022

La estética y la simbología del Nacionalsocialismo siguen generando interés y fascinación (fueron diseñados con ese fin). Aunque en sentido estricto, más que los hechos históricos, los signos puestos en acción son los recortados por la cultura de masas aptos para todo consumo. Los niños del Brasil de Ira Levin, Portero de noche de Liliana Cavani y Cabaret de Bob Fosse son las aguas textuales de las que se sirve Der Kleine Fuhrer de Eugenio Soto.

Esta trama delirante, siempre en el límite de lo verosímil, transcurre en una suerte de escenario de vodevil donde dos clowns bizarros con un acento irreconocible fueron contratados para una celebración. Todo el mundo evocado (la fábrica del Dr. Bayer), resuena en esa arena-sótano. La obra quiere existir en el tiempo presente, por eso comienza desde la puerta de Sala de Máquinas ubicada sobre la angosta calle Lavalle. ¿Qué es lo que se celebra? Estamos en las vísperas del 30 de Abril, efemérides del suicidio de Hitler. Allí dónde él murió también renacerá. Un complicado entramado de jerarquías, científicos, dominatrices BDSM, experimentos genéticos y demás, arman la constelación “fantástica” que, como mencionamos más arriba, rodea a  la cultura Nazi que no ha dejado de respirar ni trabajar para su retorno.

 Desde su estructura dramática Der Kleine… propone un desconcierto para el espectador; la obra avanza por adición, no deja de sumar elementos, secretos codificados y traiciones entre los actantes. En cada momento lo que ocurre es casi imprevisible.  Pero todo esto se olvidará cuando la obra desoculte al ser (parafraseando a Heidegger quien es citado) que articula todas las pasiones: el pequeño Fuhrer argento. Ya se sabe: primero como tragedia, luego como farsa. Este Adolf Bayer es realmente un acierto escénico. La actriz Julia Perez Ortego encarna en un solo gesto un niño varón con la base genética del propio Hitler. Desde su presentación, este Hitler levemente andrógino hace lo que cualquier líder carismático sabe hacer: discursos, proclamas, interpelar ideológicamente a algún colectivo humano minoritario (los niños subordinados al adultocentrismo en este caso) y unificarlo (detrás suyo, obviamente). El niño providencial.

Der Kleine Fuhrer de Eugenio Soto es una experiencia lúdica para recorrer el “museo imaginario del horror del siglo XX” desde un lugar seguro pero de mucha proximidad. El vínculo que se establece entre una actuación poderosa y la fascinación por un líder que dirige nuestros destinos pone nuevamente sobre la mesa lo indeterminado de la estetización de la política y la politización del arte. Cualquier régimen político tiene su régimen de imágenes: el éxito de éstas últimas es lo que  vuelve a aquellos realmente peligrosos. La ideología respira en la pregnancia de las formas.

 

SALA DE MÁQUINAS

Lavalle 1145 (mapa)

Entrada: $ 1.000,00 - Domingo - 18:00 hs

Intérpretes: Pedro León Alonso, Lucas Delgado, Jazmín Diz, Karen Hawryliszyn, Vladimir Klink, Julia Pérez Ortego, Darío Pianelli

Autoría y Dirección: Eugenio Soto

 

Juan Ignacio Crespo Autor
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