Las manos de Eduviges al momento de nacer es una propuesta escénica muy particular. La justificación dramatúrgica de la niebla, que rodea la casa de quienes protagonizan el drama, funciona como un movimiento hacia la condensación. En una decisión de espacio reducido todo remite a ser la punta del iceberg de una masa de hielo amenazante que, sin duda, en algún momento será ciegamente chocada por algo que navegue en esas aguas oscuras. Para ser más exacta debería haber utilizado alguna metáfora con el fuego, en fin. Cristian Drut, el director que pone en escena los textos imposibles de poner en escena, lo hizo otra vez.
Le preguntamos cómo le llegó el material de Wajdi Mouaward, autor libanés de origen, y nos cuenta de su acercamiento por Incendios, la película. Como Drut lee en francés el campo se amplía. Nos dice que él estaba dirigiendo un material de Gabriel Calderón que no se estrenó en Buenos Aires con producción de Laura Pouso de Uruguay -ella es traductora de dramaturgia francesa contemporánea- quien le hizo llegar Litoral. Las manos de Eduviges ya lo tenía a través de unos libritos que Jaime Arrambide le había hecho llegar de un ¿congreso? sobre traducción que había organizado en Canadá.
“Como siempre, dice, estoy muchos años con los materiales hasta poder encontrar la manera de llevarlos adelante. Sobre todo aquellos que son muy complejos de llevar adelante en el espacio independiente.
Me parece que el teatro público, al menos cuando yo me formé en los noventa, se podía hacer cargo de esta dramaturgia- de ese tipo de dramaturgia, en aquél caso, Koltés, Lagarce.
Mouaward actualiza la tragedia, no lo digo yo, por supuesto. Se trata de una figura muy importante en la dramaturgia contemporánea y es el director del Théâtre National de la Colline, tiene muchos pergaminos y su escritura a mí en lo personal me convoca, me convoca esta idea de revisitar la idea de la tragedia. En su escritura está todo el tiempo, en la tetralogía La sangre de las promesas, algo en esas obras que yo lo ligué a las semillas: cómo hay cosas que están en el aire en varios continentes, hay gente escribiendo sobre lo mismo; la idea del final de la infancia, de jóvenes buscando en su pasado, reconstruyendo su pasado para poder seguir adelante es algo que en las obras de este autor aparece mucho. Como tema, como asunto, a mí me interesa mucho y ni qué hablar del procedimiento de escritura que él tiene.”
Cristian Drut es un director que trabaja con dramaturgias ajenas. Reflexiona sobre los noventa y afirma que con la consolidación del sistema neolberal se consolida el individualismo y el final de los grupos, de la grupalidad, en términos teatrales. Eso es algo que en las provincias sigue funcionando pero en CABA, para los porteños, es más fuerte la figura del autor- director (sí, lo dijo en masculino) “yo lo compro, yo lo hago, yo lo vendo.”
“A mí me interesa ver el lugar de quien dirige. Estamos poco acostumbrados a que puedan convivir varias miradas de distintas direcciones sobre un mismo texto. En otras ciudades es bastante más habitual que en ésta.
La situación que te planteo en relación a la mirada de un director mirando un texto inmediatamente me remite a la idea del arte colaborativo, la puesta en escena como conjunción de lenguajes y es algo que para mí es muy importante en la manera de dirigir. En Los gestos bárbaros trabajé con Laura Gaudini en vestuario, igual que en Las manos… pero la persona que hizo la iluminación y el diseño sonoro son otros y eso me permitió tener otra relación con otra dramaturgia y también con otros colaboradores, con otra manera de mirar las cosas. En el caso de Las manos de Eduviges es un equipo con el que yo vengo trabajando, salvo Alejandro Le Roux que no está, está Facundo Estol. A mí lo me interesa mucho (es un poco una obviedad) es esta idea de conjunción de lenguajes, de lenguaje impuro que tiene la puesta en escena; cuando se arma ese nuevo lenguaje a partir de esta mezcla. No por nada ya no se habla de teatro sino de artes escénicas.
Quiero contar además que este trabajo nace en la gestión de Alejandro Tantanian cuya programación, junto con la curaduría de Oria Puppo y Andrés Gallina, lo hizo posible.
Por último, el elenco para mí es muy importante. Eduviges, Vanesa González y Ester, Aldana Ilián, las hermanas eran fundamentales como pilares y luego armar la familia.
Con Matilde (Campilongo) yo ya había trabajado en Tu amor será refugio; Sergio Mayorquin hace muchos años había sido alumno mío en la UNA y había venido trabajando mucho y me parecía ideal una vez que Vanesa González había aceptado hacer el personaje. Eddy García es un actor que a mí me encanta, tenía ganas de trabajar con él, había algo del personaje de Alex que él podía hacer; lo mismo con Horacio Acosta para el personaje del padre. Por suerte me dijeron que sí. Yo estoy muy agradecido con los actores.”
Por Monica Berman
Autoría: Wajdi Mouawad
Dirección: Cristian Drut
Actúan: Horacio Acosta, Matilde Campilongo, Eddy García, Vanesa González, Aldana Illán, Sergio Mayorquin
TEATRO NACIONAL CERVANTES
Jueves, viernes, sábado , domingo 18:00hs