Cinema Verité
Sección Teatro - Revista Llegás
Teatro - Notas

Cinema Verité

Entre el cine y el site specific, Juan Coulasso y Francisco Castro Pizzo, proponen con Cinematique Abasto distorsionar la estructura urbana de uno de los barrios más agitados de la ciudad de Buenos Aires.

6 de junio de 2023

“Siento un amor muy grande por el cine; creo que mi amor es más grande que por el teatro y que hay algo de lo que el cine fue para mí como influencia estética en esta obra, como si yo hubiera buscado que el teatro se parezca más al cine o parecerse a eso que me imanta del cine, y encontré en el “site specific” una manera de acercarme al cine desde el teatro” dice el director de Cinematique Abasto, Juan Coulasso. “Hacer la dirección de espectadores” dice Alfred Hitchcock. “Toda forma es un rostro que nos mira” dice Serge Daney. “La obra de arte se presenta ahora como una duración por experimentar, como una apertura posible hacia un intercambio ilimitado” dice  el teórico francés Nicolas Bourriaud. En estos cuatro enunciados pueden encontrarse las claves para aproximarse a la nueva experiencia de Juan Coulasso, co-dirigida junto a Francisco Castro Pizzo. 

Desde Una obra más real que la del mundo y Carne y hueso, Coulasso junto a su compañía La mujer mutante, parece trabajar con los principios poéticos de reterritorializar y apropiarse de los espacios urbanos, produciendo una  intersubjetividad que desborda la univocidad del teatro (zona poética vs. zona estética). Antes fue el cementerio de la Chacarita (“Entrar al lugar de la muerte acompañados”), ahora el epicentro del barrio del Abasto. 

La fachada de Espacio Roseti (profanada tiempo atrás por inscripciones fascistas al borde de la psicosis desencadenada) es un recorte perceptivo, una máquina de significación escénica: todo lo que ingrese en ese rectángulo será un signo poético con pleno derecho. Se descorren las dos persianas (ese rostro que nos mira) y se abre la puerta en el medio (una de las definiciones del cine clásico es ese gesto, el secreto detrás de la puerta: de ver más, detrás, a través). Desde el interior el piano da inicio a una suerte de ópera ligera, donde las 3 intérpretes (Dana Crosa, Micaela Tapia, Denisse Van der Ploeg) portadoras de una expresión indeterminada recitan sobre una línea melódica abierta que permite interactuar con lo aleatorio e indefinido que solo el espacio público provee. “Ey vos! El que va en la bicicleta! Frenate un poco. ¿Crees que vas a acordarte de mí en algún tiempo?”. A una señora que quiere empatizar con la situación: “Le voy a inventar una historia, usted está invitando a unos amigos a que la vean tocar el piano, pero ellos no saben que usted toca, entonces les miente…”. La dramaturgia como interfase de la expresividad, la emoción y el sentido se ve atacada en su vocación de orden y de superioridad en la construcción de ficción. 

“Me gusta la idea de que cualquier persona que pasa se pueda sumar a la obra. Crear puentes con desconocidxs. Buscar contactos fugaces con personas que uno no conoce. Poder contemplar a las personas con la que uno se cruza todos los días de forma menos ignorante, como si la obra fuera un dispositivo a través del cual yo pudiera ignorar un poquito menos a la gente que está al lado nuestro. Lo que más me interesa de la obra es como a través de ella empezas a mirar a las personas que pasan. Que lo que acontece pueda ser percibido. Es una obra terriblemente romántica y vintage.” 

Los site specific requieren de particularización por sus condiciones materiales. En este caso, no alcanza con describir sus recorridos, sino sobre todo, cómo lo histórico y lo social de esta zona de límites difusos llamada Abasto opera como marco “diegético” de Cinematique… 

“Empieza a aparecer con Francisco la idea de poder sentir comodidad estando en la calle, en este barrio agitado. Poder generar esta idea de banda que sigue siendo una de las pulsiones creadoras más importantes: poder estar con otrxs haciendo cosas que no sean socializar necesariamente en una fiesta. Me interesa de lo teatral la posibilidad de experiencia y de ciertas experiencias que ningún otro lugar te permite. La propuesta de Cinematique tiene mucho que ver con estar en la calle sintiéndonos muy bien, cómodos, en un estado de alegría. No deja de ser importante  sentirse bien en este momento tan difícil. Para mí sigue siendo una alegría hacerla. Tengo ganas de poner el cuerpo para que suceda. Me obsesionaba mucho como hacer una obra para un barrio. Me gusta pensar que mis obras discuten y están intervenidas por este mundo; en ese sentido son obras contemporáneas. Tiene sentido el site specific si llevas a la gente a cierto lugar y en ese lugar se facilita un pensamiento alrededor de algo.” 

“Llevas a la gente a cierto lugar”. Dirección de espectadores. Durante el FIBA, Lisandro Rodríguez y Santiago Loza presentaron La Montaña, una experiencia que comenzaba en el patio cerrado del CCGSM y terminaba en el patio de una prisión (con su correspondiente traslado en un micro escolar). Este tipo de propuestas que dislocan las formas escénicas, justamente problematizando el concepto de “Escena”, “Personaje”, “Drama”,  habilitan y expanden la propia práctica teatral. ¿No es acaso una obra singular un manifiesto connotado sobre el teatro en general? 

“Estamos en un momento en el cual cierto tipo de teatro más vinculado a la escritura o al texto dramático, a la eficacia del texto, está en este momento liderando un poco al ranking. El tipo de teatro que antes se dedicaba a investigar el fenómeno de la teatralidad y las diferentes operaciones que se hacen sobre aquello que constituye el acontecimiento teatral está en un estado de letargo o impasse, pero creo que puede volver en cualquier momento y quizás por eso decidí salir a la calle, pero diría que hay algo en movilizar y alterar las relaciones entre público, ficción-realidad: poner en tensión y pensar los diferentes aspectos que componen la teatralidad. En ese punto asocio mucho mi trabajo al de Lisandro Rodríguez que lo conozco hace mucho, esa idea de poner en tensión ciertos aspectos de la fenomenología del teatro, me refiero a distorsionar cosas, a subvertir ciertos espacios para buscar relaciones nuevas. Me seduce más eso que escribir un texto dramático. No sé si es una decisión consciente, creo que eso es lo que me sale. No me sale escribir un texto antes de estrenarlo” 

Una vez dentro de Espacio Roseti, el cine. Registro y proyección en un mismo gesto. Primeros planos (quizás la matriz afectiva del cine). Es el propio co-director Francisco Castro Pizzo quien documenta a las intérpretes cámara en mano en su preciso vagabundeo (cine moderno: “Se vagabundea por necesidad, interior  o exterior, por necesidad de escape”. Deleuze). 

“¿Cómo ir hacia una Imagen?”. Finalmente, como en  todas las propuestas de Coulasso, la procesión, el peregrinaje Los espectadores son conducidos por la cuarta intérprete Delfina Oyuela, quien con un loop de acordes funciona como guía entre las veredas angostas y las promesas inmobiliarias inconmensurables del Abasto hacia el encuentro con la Imagen final. El encuentro es el sentido estético y político de todo esto; el encuentro con la forma y fundamentalmente con los otros: “la esencia humana es el conjunto de las relaciones sociales”  dice Marx. 

 

ROSETI 

Gallo 764  

Sábado - 16:00 hs  

Intérpretes: Dana Crosa, Delfina Oyuela, Micaela Tapia y Denisse Van der Ploeg. 

Cámara en vivo: Francisco Castro Pizzo. 

Dramaturgia: Francisco Castro Pizzo, Juan Coulasso, Dana Crosa, Milva Leonardi, Delfina Oyuela, Micaela Tapia y Gonzalo Bao. 

Dirección: Francisco Castro Pizzo y Juan Coulasso. 

Juan Ignacio Crespo Autor
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