Desde hace tiempo diferentes áreas del teatro independiente vienen agrupándose para pensar juntxs como resolver las problemáticas propias y legitimar su valor como trabajadores de la cultura.

Así nació APDEA (Profesionales de la Dirección Escénica Argentina) y más tarde APPEAE (Asociación Profesional de Productores Ejecutivos de las Artes Escénicas) en estas semanas y a raíz de la crisis que afecta a lxs artistas independientes que en muchos casos dedican parte de su tiempo a la docencia de donde obtienen la mayor parte de sus ingresos se creó PIT CABA (Profesores Independiente de Teatro de la Ciudad de Buenos Aires) con el fin de encontrar posibles soluciones a la dificultad que les impone la pandemia ante la imposibilidad de encuentros presenciales con sus alumnos.

En su mayoría lxs integrantes de PIT CABA acuerdan en que se vuelve muy complejo trasladar su clase a la “virtualidad”, pero a la vez sienten la necesidad de encontrar un paliativo para continuar el vínculo con sus alumnxs, mientras elaboran un protocolo de salud en el que tomando ciertas medidas: como reducir el número de integrantes por grupo, el uso obligatorio de un tapabocas, establecer un cuadrado para cada alumnx, etc. puedan volver lo antes posible a encontrarse en sus espacios y con sus cuerpos presentes.

Matías Feldman integrante de PIT esta trabajando en la elaboración de un protocolo de salud para volver a las clases presenciales: “Lo presencial, no se negocia. Que ahora estemos encerrados por la cuarentena… por la pandemia, es una obligación… hay que cumplirla, seguirla y respetarla, estoy completamente de acuerdo, pero, desde el sector en vez de estar pensando cómo hacemos un teatro con la nueva tecnología, pienso como hacemos para generar protocolos de salud, muy fuertes, muy firmes, muy responsables para poder plantear en el momento en que se empiecen a abrir un poco las cosas… poder decirle a las autoridades... nosotros como sector necesitamos estar presentes, no es una actividad que pueda ser virtual, entonces con este protocolo, muy serio, muy determinado, muy responsable pretendemos volver a trabajar de manera presencial”.

Al consultar a otrxs miembrxs de PIT sobre las herramientas utilizadas y las dificultades que se presentan en los encuentros virtuales; Laura Nevole quien regularmente da clases de actuación nos cuenta que eligió proponer un taller intensivo de dramaturgia donde busca provocar la escritura y así dar herramientas para que sus alumnxs puedan conocerse desde la escritura.

Marina Barbera quien hace 20 años se dedica sin interrupción a dar clases destaca que el dialogo entre los cuerpos y la conexión emocional con un otrx es la base de su trabajo por lo que es vital que el Estado reconozca la abrupta suspensión de la actividad, pero además indica, que las agrupaciones necesitan comenzar a establecer espacios de reflexión para inventar sistemas posibles que les permitan regresar prontamente a la clase presencial. En sintonía con su colega Jorge Eiro quien propone que el programa #culturaencasa además de generar contenido en las plataformas del gobierno no debería perder de vista al principal hacedor de ese contenido, los propios artistas.

Nayla Pose hace hincapié en algo fundamental en esta discusión; “el teatro independiente está en crisis hace años. Se sostiene porque es para muchos de nosotros una manera de ser y estar en el mundo, porque derrama un valor cultural, artístico, un valor que escapa al flujo de capital. Lo que sostiene la existencia del teatro independiente es el deseo, la potencia del cuerpo, la prepotencia de trabajo, el impulso creativo, el ardor expresivo, la pulsión identitaria, las redes fervorosas que se traman entre artistas. O sea, ¨casi¨ todo lo que en este momento está imposibilitado”. Finalmente, Marina Otero reflexiona; “nunca va a poder hacerse un teatro virtual, pero si me parece interesante plantear este presente como una pausa que genera posibilidades. Creo que un artista se transforma a la par del contexto en el que vive. Es presente. El virus y los efectos del mismo nos plantea preguntas y desde sus límites también nuevas posibilidades. El teatro es en vivo y en contacto”.

Hoy la mayoría de las clases virtuales se ofrecen a precios menores a los que estaban estipulados para este año o incluso lxs alumnxs están siendo becados porque han perdido sus ingresos y tampoco pueden abonar una cuota por lo que es urgente encontrar respuesta a esta problemática.

Ricardo Tamburrano - Nahuel Saa