Juramos no morir de amor
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Teatro - Notas

Juramos no morir de amor

24 de mayo de 2024

Juramos no morir de amor presenta un espacio-tiempo alejado de toda posibilidad para quienes vivimos. Invita a presenciar el encuentro entre tres mujeres que alguna vez, de distintas maneras, existieron y que, ahora, revisan su vida, sus vínculos amorosos y la importancia de no morir –como si pudieran hacerlo de nuevo– en nombre del amor romántico.

El juego con la temporalidad es la base de Juramos no morir de amor. La dramaturgia de la obra reúne a tres personajes en un encuentro que sería imposible porque pertenecen a tiempos y espacios diferentes. Es así como se encuentran Inessa Armand –feminista bolchevique encarnada por Ana Rodríguez Arana–, Ana Mendieta –artista conceptual interpretada por Patricia Carbonari– y Lola V. Stein –personaje de una novela de Marguerite Duras a quien le da vida Gabriela Daniel–. Esta reunión imposible se produce en un espacio fuera de toda lógica: luego de muertas tienen la fortuna de obtener un rato más para conversar.

La obra lleva como subtítulo Conversatorio femenino y se presenta justamente como un espacio de diálogo que se dan las tres mujeres después de la muerte. La obra es dirigida por Ana Alvarado y Laura Yusem, y el texto fue escrito por Ana Rodríguez Arana, quien construye coordenadas para habilitar, por medio de esos tres personajes, reflexiones en torno a los lugares que cada una de ellos ocupó en vida. En particular, repiensan uno de los aspectos que se han asumido históricamente como cercanos al mundo femenino –como si tal cosa existiera y fuera solo uno–: el amor romántico. Cada una de ellas, estimulada por la conversación, medita sobre el lugar que, en vida, tomó frente a los varones y las formas en las que vivió el amor. Así, por medio del cruce entre el acontecimiento teatral y un espacio de reflexión, se abren distintos temas: el amor libre, la lucha armada y el femicidio.

De manera lúcida, la obra trae a la vida personajes históricos, y de ficción, y produce, en base a ellos, preguntas sobre nuestro presente. Así, vuelve nuestra atención sobre sus discursos, sus obras de arte y las páginas que escribieron sus vidas. La propuesta es, sobre todo, un ejercicio imaginativo: qué pensarían esas mujeres, sobre sus propias vidas, un tiempo después de haberlas vivido. En sintonía con esto, resulta valioso el trabajo de recopilación que se hace al incorporar fragmentos, como discursos y cartas, que fueron realmente producidos por personajes históricos.

La puesta está construida en base a un dispositivo escénico que, con pocos elementos, organiza y contiene los movimientos de las actrices. En un mismo sentido, el vestuario fortalece la propuesta global de la obra ligada a constituir un espacio fuera del mundo –o, por lo menos, del mundo que conocemos las personas vivas–. Los derroteros de conversación entre las mujeres pivotean entre la reformulación de las ideas en torno al amor romántico y a sus actividades creativas en vida. La condensación de estos se da en aquello que plantea el título: correr a las identidades femeninas de su definición en base a un amor que aparece, en muchos casos, como única razón de una vida y que daña profundamente una y otra vez –con consecuencias vitales, en ciertos casos–. Juramos no morir de amor nos hace pensar, discutir, rumiar ideas en torno a la manera en que nos situamos en los vínculos amorosos y en la vida.

La puesta también es acompañada por proyecciones visuales que, desde el inicio, nos ayudan a comprender el universo que se despliega. A lo largo de la obra, se construye un vínculo intermedial que colabora en la posibilidad de establecer una relación entre lo que sucede en el escenario y aquello que existió por fuera de él. De una misma manera, es cuidado el trabajo sonoro en cuanto a las intervenciones musicales.

En definitiva, los movimientos de mujeres y disidencias nos han inculcado el ejercicio de la conversación como manera de conocernos, de respetar las diferencias y de tender puentes para poder pensar un mundo en común. La obra de Ana Rodríguez Arana se hace eco de esto. Es una obra de su momento que, a su vez, trae otros tiempos y nos presenta un juego de esos que hacen eco en el cuerpo un largo período después de haber terminado.

Agustina Trupia

Juramos no morir de amor.

Conversatorio femenino

Domingos a las 18hs en Ítaca Complejo Teatral (Humahuaca 4027)

Autoría: Ana Rodriguez Arana

Actúan: Patricia CarbonariGabriela DanielAna Rodriguez Arana

Dirección: Ana AlvaradoLaura Yusem

 

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