“A veces tengo ganas de cruzarme con alguno de esos pelotudos que me llaman traidora y decirles: ‘Andá vos a que te metan picana y te violen durante ocho meses’”. Eso lanza el actor, director y autor Dennis Smith desde la sala del Centro Cultural San Martín en uno de los momentos más tensos e incómodos de Mi vida anterior, obra que narra la historia de una mujer montonera cuya pareja muere en un enfrentamiento con los militares durante la última dictadura cívico-militar. Mariana se ve obligada a pasar a la clandestinidad con su pequeño hijo hasta que finalmente es secuestrada, pero un militar enamorado la convierte en su amante y le salva la vida. ¿Le salva la vida?, podríamos preguntarnos. Durante el tiempo que permaneció detenida sufrió torturas y violaciones sistemáticamente, fue amenazada con su hijo y luego liberada. Smith encarna a Mariana, al hijo y a otros personajes que rondan el relato. Lo hace con maestría porque tiene talento y un espíritu andrógino que le permite mutar de criaturas con una naturalidad admirable.
La puesta es minimalista: una silla, una mesa de acero, una cámara, una pantalla y unos pocos objetos. El actor va peinado a la gomina, viste un mameluco y en algunos momentos se pondrá un sobretodo que remite al universo de los uniformados. Las luces cambian de color según el clima de cada escena (desde la psicodelia hasta una íntima calidez en la que se desarrolla el testimonio) y la música es otro elemento importante: el texto está intervenido por canciones de diversos géneros que Smith interpreta con solidez circulando por el espacio o incluso acostado sobre la mesa. A veces se sienta en la silla y le habla a la cámara que está apostada al fondo de la sala; otras veces se aproxima para dirigirse al público presente. Esos son los momentos más logrados, en los que Smith apuesta por la cercanía confesional y –ya despojado de cualquier subrayado artístico-técnico– interpela a los espectadores desde la emoción, con el cuerpo. La cámara alude al perfil testimonial que tiene este trabajo, pero esa mediatización por momentos también le resta algo al acontecimiento escénico.
Mi vida anterior es una historia basada en hechos reales. Mariana –la verdadera identidad de la víctima aún se desconoce– autorizó la escritura de esta obra y brindó su testimonio a la periodista (co-autora de la pieza) Teresa Donato, quien en 2025 lanzará Desaparecida dos veces por Seix Barral. En esa investigación aparecerán las voces de la madre y el hijo, quien tomó conocimiento de algunos detalles biográficos de su progenitora al ver la obra. Otro dato curioso es que se estrenó en el mismo espacio donde funcionó la CONADEP, órgano clave durante los juicios a las Juntas Militares. Mi vida anterior aborda un tema delicado en un contexto donde lamentablemente prolifera el negacionismo y la perspectiva anti-derechos. Mariana es condenada por los militares pero también es señalada por sus propios compañeros (“Por sobrevivir, para sus excompañeros es una traidora. Para mí, es una incógnita”, dirá el hijo).
Este es un eje que no siempre estuvo tan visibilizado y empezó a debatirse bastante a partir del libro Traiciones de Ana Longoni en una discusión que mantiene su actualidad con el novísimo La llamada, perfil que Leila Guerriero escribió sobre Silvia Labayru (hay varias similitudes entre ambos relatos).
Las artes escénicas tienen el poder de desplegar sobre un escenario toda esa complejidad e incomodidad para seguir abriendo preguntas en torno a una de las épocas más macabras de nuestra historia. Un trabajo notable que adquiere fuerza en la corporalidad, en la metamorfosis y en el cruce virtuoso de música y texto.
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MI VIDA ANTERIOR
Actuación y dirección: Dennis Smith
Dramaturgia: Dennis Smith y Teresa Donato
CENTRO CULTURAL SAN MARTÍN
Sarmiento 1551
Martes y miércoles 20 h