Un grito contra el olvido
Sección Teatro - Revista Llegás
Teatro

Un grito contra el olvido

por: Agustina Trupia

3 de octubre de 2025

El grito sagrado, dirigida por Lorena Romanín, recupera la figura de María Remedios del Valle: mujer, afrodescendiente y militar de la Guerra de la Independencia, poco recordada en los relatos oficiales. Con Dayana Bermúdez Cortes en un potente unipersonal, la obra interpela el modo en que construimos la historia y la identidad nacional.

 

“¿Qué hace falta para ser un héroe de esta patria? ¿Ser hombre? ¿Ser rico? ¿Ser educado? ¿Ser blanco?”. Estas preguntas las despliega María Remedios del Valle, el personaje protagónico de la obra de teatro El grito sagrado. Son interrogantes de una potencia y urgencia impactantes. Como sabemos, la historia la escriben los ganadores. Esto ha hecho que en la historia de la humanidad quedaran en los márgenes aquellas identidades que no ocupan el lugar privilegiado: pueblos indígenas, personas afrodescendientes, comunidades pobres, disidencias sexo-genéricas quedan una y otra vez por fuera de los relatos que parece que vale la pena ser contados. Desde hace algún tiempo, con la caída de los grandes relatos —como lo planteó el filósofo y sociólogo francés Jean-François Lyotard—, se fueron abriendo paso historias en plural cuyo efecto hizo que se encontrara un revés de lo que se contaba y cristalizaba como relato único. Se fueron abriendo surcos en la memoria a fuerza de militancia, lucha e inteligencia.

En este movimiento, dentro el cual podríamos ubicar Yo, Encarnación Ezcurra, la obra de teatro en la que Lorena Vega interpretaba a otra mujer olvidada por la historia, se encuentra El grito sagrado, dirigida por Lorena Romanín y escrita por Marcela Peidro. Esta toma el personaje histórico de quien llegó a ser en las batallas independentistas nombrada como capitana del ejército de Manuel Belgrano: María Remedios del Valle, militar afrodescendiente que vivió entre 1766 y 1847. Participó, luego de la Revolución de Mayo de 1810, de la primera expedición auxiliadora al Alto Perú. Durante los años de servicio a la patria, fallecieron su marido e hijos, recibió heridas de bala, fue prisionera. Después de esto, se vio obligada a mendigar, hasta que logró obtener el reconocimiento por el cual luchó para tener una pensión acorde a la carrera militar y el servició que le brindó a la patria.

En el escenario de Ítaca Complejo Teatral, Dayana Bermúdez Cortes encarna a María Remedios del Valle. Lo hace en compañía de dos personas que se encargan de la música en escena: Pina González y Lucas Sanjurjo. De esta manera, se trae a la vida la historia de esta prócer quien ocupa todavía un lugar menor en cuanto al panteón de patriotas que recordamos en cada acto escolar, feriado nacional e himno cantado. La presencia escénica, el trabajo vocal y el desempeño actoral que lleva adelante la actriz son precisos y logran convocar en cada función la memoria de esta figura histórica. El entrelazamiento entre el cuerpo presente sobre el escenario y la proyección de imágenes en movimiento, por medio de un cuidado trabajo de mapping, reconstruye, a partir de pocos elementos, las distintas situaciones vividas: las batallas, pérdidas familiares, heridas en combate, reclamos políticos en el centro de Buenos Aires.

De esta manera, El grito sagrado rescata una figura que probablemente por haber sido mujer, afrodescendiente y pobre ha quedado tapada en los anales. El ejercicio de memoria que nos invita a hacer la obra nos lleva a preguntarnos entonces por cómo hemos construido la identidad del país y sobre qué acciones la solventamos. En relación con esto, el hecho de que la actriz sea colombiana y mantenga parte de su acento, el cual podría ser denominado como extranjero, reviste un acierto para abordar estas cuestiones. Ese modo de decir que no identificamos como plenamente nuestro es pertinente para la obra porque, por un lado, podemos imaginar las múltiples y diferentes maneras que había de decir hace dos décadas atrás en este mismo territorio. Por otro lado, abre la cuestión en torno a la identidad nacional. ¿No contempla acaso la Constitución argentina en su preámbulo a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino? Se desprende la voluntad de incorporación y se brinda una noción amplia de lo nacional. Así, resulta conmovedor, en tiempos de multiplicación de crímenes entre naciones vecinas a lo largo del mundo, ver y escuchar a Dayana decir esos textos.

¿No puede lo argentino ser afrodescendiente, mujer y provenir de otro país? Quien diga lo contrario caerá en un esfuerzo estéril por conservar una pureza que nunca existió. Desde su origen, este país fue consolidado de esa manera: múltiple, pluricultural y variado. Basta con pensar en María Remedios del Valle para comprenderlo. O, yendo un tiempo más atrás, alcanza con recordar quiénes habitaban este suelo: los múltiples pueblos indígenas azotados con la llegada de los europeos y sus posteriores generaciones nacidas en América. En definitiva, la cuestión de la extranjería es relativa y depende de quién esté trazando la línea divisoria.

Además, El grito sagrado se suma a otros intentos por rescatar la figura de María Remedios del Valle. Uno de estos fue su incorporación, a inicios de 2024, al billete de diez mil pesos donde su figura acompaña a Belgrano. Se agrega el monumento que se había emplazado el 8 de noviembre de 2022, en un aniversario de su fallecimiento por el cual se declaró esa fecha el Día Nacional de las y los Afroargentinos y de la Cultura Afro. Se había ubicado en el barrio de Constitución pero, un tiempo después, en agosto de 2023, fue vandalizada y completamente quemada. Con lo cual la obra de teatro se inscribe en esta coyuntura que parece manejarse entre el olvido a ciertas figuras de la historia y la negación de que en Argentina haya un racismo estructural.

Sobre estas coordenadas, el trabajo que realiza el equipo de El grito sagrado tiende a discutir la historia nacional y a darle vida a una figura que aún no ocupa su lugar a la par de otros próceres. Al hacer esto, favorece la discusión por el ser nacional junto con el debate en torno a la libertad. Esta última noción aparece mencionada en la obra en boca de María Remedios del Valle. El personaje hace varias preguntas en torno al valor que tiene la libertad por la cual se llevan adelante guerras y se pierden vidas. En vinculación con esto, la idea de traición viene aparejada: la libertad prometida cuando los españoles ya no tuvieran el control sobre el territorio parece no llegar para una parte del pueblo que es afrodescendiente, pobre y mujer —o parte de la comunidad LGBTIQ+—.

 

Agustina Trupia

 

El grito sagrado, la historia de María Remedios del Valle

Actúa: Dayana Bermúdez Cortes

Dramaturgia: Marcela Peidro

Dirección: Lorena Romanín

Ítaca Complejo Teatral

Humahuaca 4027

Miércoles 20:30hs

 

ph: Nacho Lunadei

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