Identidades en juego
Sección Teatro - Revista Llegás
Teatro

Identidades en juego

por: Agustina Trupia

6 de noviembre de 2025

En medio de un contexto político cargado de violencia y discursos de odio, una comedia francesa se presenta en el teatro porteño para explorar las complejidades de las identidades y sexualidades disidentes, a partir de combinar risas con reflexiones profundas sobre quiénes somos y cómo nos construimos en relación con las demás personas.

 

 

El contexto político actual ha modificado de manera significativa el discurso público en torno a diversas cuestiones, como la situación de las personas inmigrantes, la educación y la salud públicas, los derechos de les jubilades y los feminismos. Por supuesto, también ha tenido efectos en los debates sobre la comunidad sexo-género disidente. Un ejemplo claro son los dichos del presidente en Davos, Suiza, en enero de este año, donde afirmó que “en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”. Esta es solo una de las tantas declaraciones públicas de políticos y comunicadores que sostienen un modelo cargado de violencia hacia la comunidad LGBTIQ+.

Esta transformación en el discurso público y esta aparente nueva corrección política que empuja aún más a la marginalidad a las identidades disidentes hacen necesario repetir ciertos temas, de manera incluso esquemática y un tanto obvia, para lograr calar en el debate y en la construcción del sentido común. En este marco, en mayo de 2025, se estrenó en el circuito comercial, Cuestión de género, una comedia francesa escrita por Jade-Rose Parker y estrenada en 2022 en el Théâtre de la Renaissance en París. Antes de llegar a Buenos Aires, la obra se presentó en Polonia, Bulgaria, Portugal y Rumania, lo que demuestra que su dramaturgia, incorporando ciertas variaciones, es capaz de convocar a distintos públicos. Para la versión porteña, el elenco está compuesto por Moria Casán, Jorge Marrale, Paula Kohan y Ariel Pérez de María, bajo la dirección de Nelson Valente.

La obra despliega una desopilante cadena de revelaciones de deseos y experiencias personales dentro de una familia económicamente acomodada. Todo comienza cuando Jade, personaje interpretado por Moria, comparte un diagnóstico médico que compromete su salud y la impulsa a contar un pasado que su esposo desconocía. El trabajo con la comicidad que llevan adelante Moria y Marrale resulta muy efectivo: se trata de comicidad física y de situación, basada en la sorpresa y el estado de repentino desconocimiento mutuo que reina entre los personajes.

Entre los aspectos más interesantes de la propuesta escénica está la exploración de la identidad. La pregunta por la identidad, inicialmente disparada por una cuestión de género, se expande a otras identidades y afecta a les demás personajes: desde la identidad ligada a la familia de origen, que preocupa a la hija del matrimonio, hasta la identidad política, que se pone en juego en el personaje de Marrale.

Este último enfrenta tensiones entre su faceta pública como político y candidato que apoya los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y la postura que adopta en el plano privado. La obra aborda así la multiplicidad de máscaras que portamos y las incongruencias que pueden generarse entre ellas. Además, su identidad sexual se ve desafiada por un hecho del pasado que su esposa comparte, lo cual introduce la noción de identidad como un proceso móvil: vamos siendo a medida que transitamos la vida, como propone la activista y pensadora travesti Marlene Wayar al enfatizar el uso del gerundio para hablar de nuestras identidades.

A su vez, el abordaje de las identidades trans y travestis, aunque por momentos puede parecer un tanto desactualizado en términos del enfoque que se le da a la transición de género, resulta sumamente relevante por su intervención en la discusión pública desde el teatro comercial, un espacio de gran alcance. La apuesta cultural y económica de poner en escena una obra que, mediante procedimientos artísticos probados, reflexiona sobre identidades y sexualidades disidentes es de notable importancia política. La presencia de Moria, además de su aclamada trayectoria estelar, aporta un ícono reconocido y querido por la comunidad sexo-género disidente, mientras que el resto del elenco realiza un gran trabajo que combina fórmulas del teatro comercial —plasmadas en risas y entretenimiento— con reflexiones profundas y de amplio alcance.

El tercer y último breve acto de la obra propone una apuesta dramatúrgica potente que invita a resignificar lo visto y nos hace pensar en los tratos desiguales que recibimos según nuestro género. Además, Moria, junto al resto del elenco, realiza un breve trabajo de intervención pedagógica con el público tras la función que involucra sus vivencias personales y el apoyo que le ha brindado a la comunidad LGBTIQ+. En definitiva, Cuestión de género ocupa su lugar en el teatro comercial con responsabilidad y propone un sentido contrario a los discursos de odio tan difundidos en la actualidad.

 

 

Agustina Trupia

 

 

Cuestión de género

Teatro Metropolitan

Jueves a sábados, 19:30hs y domingos, 19:15hs 

Actúan: Moria Casán, Jorge Marrale, Paula Kohan, Ariel Pérez de María

Dirección: Nelson Valente

Dramaturgia: Jade-Rose Parker

 

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