Casa Tinta

DURANTE LA PANDEMIA LAS CHICAS DE CASA TINTA LLEVARON ADELANTE ESTE ANHELADO PROYECTO MULTIESPACIO EN EL BARRIO DE VILLA CRESPO: CON LIBRERÍA, ALMACEN, SALA PARA EVENTOS ARTISTICOS, MÚSICA Y JUGOSA PROPUESTA GASTRONOMICA CON COCINA A LA VISTA.

Es muy fácil llegar al 631 de Remedios de Escalada me orienta el GPS, pero llueve y un poco por intuición y otro poco para cubrirme de los gotones del otoño, me refugio en la puerta iluminada de Casa Tinta. Llegué. Hay gente en la puerta mensajeando a otros invitadxs, eso me alivia porque no soy el único que llega tarde. Sacudiendo las gotas, aparece toda la magia de este nuevo espacio en Villa Crespo que reza bajo su nombre “libros y cocina”.

Cierro los ojos, mientras la lluvia acompaña poéticamente este momento, de pronto asoma un patio enorme decorado con plantas, en el que convergen una librería de autores independientes, un almacén de productos orgánicos “fatto in casa”, una sala/estudio de grabación, un espacio para comensales, una huerta orgánica y cocina de autor vidriada a la vista de todxs.

Una vez que atravieso la puerta empiezo a disfrutar de sus ambientes cálidos decorados en madera e iluminados para que ningún detalle pase desapercibido. De todas las ofertas gastronómicas que brinda Casa Tinta, participo de una cata de vinos, “¿estas con ganas de beber y comer rico?” se acerca Anahi Naveda, una de las tres socias fundadoras (completan el tridente Veronica Zotta, Maite Gonzalez Poljak) de esta gesta apasionada. Suena un jazz, comienza la cata y Anahi se explaya sobre este emprendimiento cultural “es el deseo de poner en funcionamiento una cantidad de sueños y deseos que las tres queremos compartir. La literatura, la escritura, las charlas de café, el tomar un vino en buena compañía o cocinar un plato de comida bello y sabroso para compartir son actividades que nos convocan a las tres de diferentes maneras.

Las tres incursionamos en proyectos personales relacionados a alguno o algunos de estos placeres y en un punto nos encontramos con la idea de compartirlos, entendiendo que nos interesaba salir de nuestra zona de confort laboral rutinario que las tres tenemos”.

Los platos son servidos para que la comida también entre por la vista, ese es un detalle que no se deja pasar en esta nueva casa cultural gastronómica.

Casa Tinta tiene una cualidad que la distingue: su apertura fue en plena pandemia, ese sello distintivo pone de relieve el desafío de abrir y sostener un espacio cultural de estas características. Anahí nos cuenta el porqué y cómo fue la experiencia de abrir en estas condiciones…

Raro. Incierto. Cauteloso. Pero la idea de que “nunca es el momento para abrir un negocio” se trasladó a que entonces siempre es el momento. Porque en realidad no hay un momento clave, o de absoluta calma económica, social, etc. Entendimos que las que tenemos que estar preparadas somos nosotras y el contexto es un poco de suerte. El riesgo está todo el tiempo y es parte del desafío. Somos conscientes que le estamos metiendo un montón de ideas, de pasión, de ganas y que esa es casi la mayor inversión de todas.

Las tres tenemos carreras laborales y universitarias en las que invertimos nuestro tiempo, ganas y esfuerzos y que hoy nos llevaron a dónde estamos y a permitirnos estar fuertes para emprender este desafío en pandemia.

Los horarios de apertura van de jueves, viernes, sábado de 12 a 19 hs y domingo 11 a 19 hs donde se pueden disfrutar almuerzos, meriendas, brunch y algo más en el patio. Los sábados al mediodía hay una propuesta de menú especial: son tres pasos, un tintillo de bienvenida, dos copas de vino y café. Los sábados al mediodía hay música en vivo. Analía agrega con que se van a encontrar lxs que aún no conocen Casa Tinta: “Apuntamos a quienes tengan ganas de disfrutar momentos en los que se pueda amalgamar la literatura, la cocina, los vinos y el arte que se puede hallar en cada actividad que todas estas cosas pueden generar.

Casa Tinta es nuestra casa y pretendemos que la idea de compartir sea la que rija un poco los encuentros. Cada ambiente de la casa lo pensamos milimétricamente esperando imprimirles algo de nosotras.

Siempre pensamos la casa como un lugar propicio para el encuentro de quienes escribe y los que leen; de quienes producen y quienes compran; de quienes cocinamos y los que prueban nuestras comidas. Porque lo que nos convoca es ese intercambio entres todes que entendemos es la verdadera riqueza de la experiencia”.

¿Cual es la expectativa de Casa Tinta a futuro?

Creo que vamos paso a paso. Por ahora esperamos que nos conozcan, nos elijan, que venga la gente a disfrutar este espacio bello que abrimos. Pero sobretodo que podamos disfrutar nosotras de compartir todo esto que estamos craneando todo el tiempo.

Este bello lugar es una mezcla de PH reciclado y caserón estilo colonial, que, a fuerza del impulso colectivo de tres mujeres emprendedoras, va encontrando su lugar en el cruce de ofertas culturales y gastronómicas.

Casa Tinta comienza a escribir su historia, con el fin de encontrarse cara a cara en un espacio pensado para disfrutar con otres: de un buen libro, escuchar una banda o el placer por la degustación de un buen plato y olvidarse –aunque sea por un rato- de la virtualidad.