Hasta el 6 de agosto está abierta la convocatoria a la Bienal Arte Joven Buenos Aires, la plataforma de apoyo para artistas jóvenes que este año celebra su quinta edición. Hay 12 convocatorias en cinco disciplinas: música, literatura, artes escénicas, visuales y audiovisuales, a las que pueden postularse artistas de entre 18 y 32 años, residentes en cualquier parte del país, con obra ya realizada o con proyectos a desarrollar. La inscripción es online en https://bienal.buenosaires.gob.ar/convocatorias.
En diciembre se anunciarán los proyectos y obras seleccionadas, y se dará inicio al Campus Bienal, el programa intensivo de formación para la creación, exploración y experimentación del que participarán lxs bienalistas. El Campus estará organizado en clínicas de obra, workshops, talleres interdisciplinarios de cruce, clases teóricas, visitas especiales y encuentros con artistas, y tendrá una duración de ocho días. La etapa expositiva de la Bienal será entre el 20 y el 24 de abril de 2022 en el Centro Cultural Recoleta y otros espacios de la ciudad.
En esta entrevista Luciana Blasco, Subsecretaria de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias del Ministerio de Cultura de la Ciudad, cuenta las particularidades de esta nueva edición que cuenta con fondo de becas para jóvenes que residan fuera del AMBA y explica las razones por las que el municipio decide apoyar el arte hecho por jóvenes.
Esta es la quinta edición de la Bienal, ¿cuál es su sello distintivo este año? ¿Cómo fue retomar luego de un año de parate producto de la pandemia? ¿En qué modificó esa situación el diseño de la actividad?
Este año la Bienal tiene un lema, El hábito de crear mundos, que surge de una serie de encuentros de ideación del equipo de la Bienal inspirados en los tiempos que corren y en la realidad fantástica que imaginó Renata Schussheim, artista a cargo de la identidad visual de esta edición. Nos pareció oportuno en este momento volver a señalar la capacidad de lxs artistas para crear universos particulares que pueden ser compartidos. Sentimos que ser artista es llevar dentro el mandato de crear universos y conectar con eso es una necesidad de todxs, en una realidad convulsionada que necesita de interpretaciones nuevas para seguir, en una humanidad que se está reinventando con mucha velocidad y con mucha necesidad de hacerlo.
En el equipo de la Bienal decidimos trabajar para organizarla en medio de la incertidumbre, cuando no se sabía si las circunstancias iban a permitir hacerla. Creo que sabíamos que la alternativa de quedarnos quietos era peor, que nos hacía mal. Nos llena de felicidad que la Bienal va a pasar, siempre la Bienal es una fiesta, este año tiene la alegría doble de lo que pasa luego de haber estado en duda. Nos preparamos para hacerla como se pudiera, ahora está cada vez más cerca y sabemos que va a ser plena, llena de encuentros y de creación.
Vamos a funcionar con las restricciones con las que todxs aprendimos a hacer nuestras cosas, tenemos a favor el espacio del Recoleta, en el que hace pocos años hubo una obra grande que preparó los espacios para encuentros cuidados antes de que la pandemia pasara, vamos a extendernos en nuestros espacios abiertos y en comunicación con las plazas increíbles que nos rodean.
¿Cómo se da la integración federal? ¿Tuvieron en cuenta ese criterio también para elegir tutores y jurados?
Como siempre, la convocatoria de la Bienal está abierta a artistas residentes en todo el país pero este año prevemos la existencia de un fondo de becas que pueda apoyar con pasajes o alojamiento a quienes lo puedan necesitar, a la hora de participar de los espacios de encuentro grupales que son presenciales en la ciudad de Buenos Aires. Ya hay postulaciones de muchos lugares diferentes. Creemos que la Bienal es un evento conocido y valorado, poner el énfasis en lo federal tiene la vocación de llegar más lejos y de sumar otras trayectorias de vida a este gran comunidad que se va armando en cada edición porque estamos seguros que el encuentro entre personas que comparten una misma pasión y tienen historias diferentes, siempre surgen cosas interesantes e inspiradoras.
Lxs tutores y juradxs son una parte fundamental de la Bienal; cuando en el año 2012 empezamos a trabajar para recuperarla la participación de artistas reconocidos dentro de cada disciplina fue clave para que pudiéramos llevarla a cabo y sigue siendo así. El equipo de tutores y jurados de esta edición combina personas provenientes del campo del arte que residen en la ciudad y fuera de ella, personas que provienen de las disciplinas artísticas y de otros campos profesionales porque nos parece que en tiempos como estos donde estamos ávidos de encontrar sentidos nuevos, el mundo del arte también necesita tender puentes hacia otros campos. Es algo en lo que estamos todxs juntxs.
¿Cómo explicarías la importancia del concepto de diversidad dentro del proyecto?
Para nosotrxs es condición necesaria que la Bienal resuene en los valores de una generación que está cambiando el mundo con su manera de sentir la igualdad y la diversidad. Estamos seguros de que vamos a ser un dínamo más, de los cientos de miles que están encendidos en el país promoviendo la diversidad, el respeto por la manera de vivir de los otrxs, la voluntad de hacer lugar a todas las maneras de sentir.
Como representante del gobierno de la Ciudad, ¿por qué creen que es importante apoyar el arte joven a través de políticas públicas?
Nos vemos como facilitadores, generamos un marco para que los artistas más jóvenes interactúen entre sí, con otros con más horas de vuelo, con públicos con los que quizás hasta ahora no se han encontrado. Creemos que nuestro rol es dar el marco para que los encuentros sucedan, para que se traduzcan en obra e ideas nuevas. La Bienal es básicamente un espacio que apuesta por la sensibilidad, las ideas y la capacidad de hacer de lxs artistas. Creemos que lo que la hace relevante son ellxs, lo que tienen para dar, lo que sucede cuando eso resuena en otras personas que se cruzan con las obras generando sentidos nuevos a existencias individuales y colectivas. De alguna manera nuestro rol es acompañar, un poco de costado en un momento en que se necesitan muchas maneras nuevas de pensar y de sentir.
A diferencia de otros programas de mentoreo y formación que sólo tutelan proyectos, la Bienal cuenta con capacitaciones destinadas a la producción artística y su exhibición/divulgación, ¿por qué consideran importante estas instancias?
Desde que recuperamos la Bienal en 2013, apostamos a construirla como un espacio para expandir posibilidades, sumar conocimientos y experiencias a personas que han elegido el campo del arte como un camino de vida. Sabemos, en ese sentido, que más allá del momento de la creación, -al cual la Bienal atiende procurando generar contextos de producción en los que se garanticen condiciones como el espacio, el mentoreo de artistas con más experiencia y el presupuesto para producir la obra- ; es vital el momento donde esas obras se encuentran con el público porque es ahí donde el sentido colectivo de la creación artística se concreta. Por un montón de circunstancias, los tiempos que corren imponen desafíos a ese encuentro. Entonces, desde ahí nos parece importante acercar algunas pistas que se sumen a una conversación que ya existe entre lxs artistas porque esto se reconoce como desafío.
Nos podrías contar, basándote en experiencias de otras ediciones, cómo se da la integración de la producción de la Bienal con la comunidad.
Sentimos que en la Bienal se amplifican hacia la comunidad un montón de voces, de mensajes, de sentidos que parten de una generación pero que pueden resonar en muchas otras personas. Esos mensajes están creándose y circulando en la ciudad y en el país todo el año pero la por el carácter colectivo y celebratorio de la Bienal, cobran otra fuerza y eso es una gran oportunidad. De la misma forma que para los bienalistas es una posibilidad relevante encontrarse con artistas de otras disciplinas, con artistas de otras edades, con personas que quizás no habían visto sus obras y ver lo que pasa, lo que resuena y lo que genera porque eso retroalimenta el sentido de lo que hacen todos los días.
La fachada del Recoleta se volverá una vez más un mural gigante para invitar a entrar y mirar algo que está bueno, somos parte de una comunidad en las redes donde muchos miles de personas se enteran de lo que está pasando. La Bienal es cercana, propone un arte para conectar con los sentidos. Tiene una energía que se transmite y creemos que el encuentro de los artistas con el público hace a su esencia
Sentimos mucho entusiasmo por parte de un público muy diverso en las ediciones anteriores. Creemos que este año eso va a pasar mucho más, que estamos todos con ganas de ver cosas que nos conmuevan.