Las prácticas artísticas y los reclamos políticos por vidas vivibles se conjugan en la comunidad LGBTIQ+. Históricamente las disidencias supieron combinar la política, el arte y la celebración. En este sentido, el ballroom ocupa un lugar central, desde el siglo XX, en las maneras en las que se han podido reunir, celebrar y activar políticamente las identidades sexo-género disidentes.
En los ballrooms, se proponen fantasías, en tanto consignas de vestimenta, y distintas categorías performáticas: runway (con sus diferentes vertientes), vogue (con distintos estilos) y face, entre otras. Mientras les espectadores se organizan en torno a un espacio central, de diversas características según el lugar, hay un jurado que está encargado de puntuar a les participantes. Quienes compiten lo hacen como sujetos independientes, lo que se denomina 007, o como miembros de casas. Estas casas reconfiguran los vínculos de parentesco y ofrecen cobijo frente a las violencias sufridas en los núcleos familiares originarios. Los ballrooms pueden realizarse en espacios privados o, en ciertas oportunidades, toman la vía pública para disputarla.
En conversación con Fiordi Labeija, marika no binaria marrona nacida en el conurbano bonaerense, comenta que las características de la escena en la ciudad tienen que ver con una posición geográfica opuesta a Nueva York, origen de la escena ballroom. Agrega que “la composición de la cultura en Buenos Aires se caracteriza por contener una gran población no binaria y trans; también hay una gran población migrante, tanto internamente como de países limítrofes o de la amplia Latinoamérica. Hay una fuerte lucha de fem queen (feminidades trans) y male king/trans man (masculinidades trans). Hay una presencia importante de personas marronas y muy pocas de personas afrolatinas, lo cual es llamativo y preocupante”.
En relación con los modos particulares de socialización que surgen a partir de la cultura ballroom, Fiordi dice que allí “encontramos un lugar de expresión en un mundo totalmente despersonalizado y con una tendencia al individuo. La cultura, por su fuerza convocante, a través de la construcción de lazos (donde la manifestación más grande son la conformación de familias y casas), constituye el punto central del nudo simbólico-afectivo entre cultura y colectividad”. A su vez, nos recuerda que esta conformación de lazos familiares proviene de las personas que, al ser secuestradas de África y trasladadas para ser esclavizadas en EE.UU., para sobrevivir frente al despojo del vínculo familiar, crearon nuevos lazos afectivos con otres.
Hoy en día, los ballrooms son también espacios de contención identitaria para las identidades que son sancionadas por la sociedad. Abren tiempos y espacios paralelos como refugios de la heterocisnorma. Las expresiones artísticas y la lucha política producen un campo artístico que tiene una potencia inmensa.
Por Agustina Trupia
Algunos de los próximos ballrooms:
Domingo 11/12: PositHIVo kiki ball 2.0 en el Centro Cultural Conti. Más información en @houseoftropikalia
Domingo 18/12: Kiki Session Banks. Más información en @ _houseofbanks
Viernes 30/12: Ball Revolución Travesti. Más información en @ballroom.furiatravesti