Una comedia sutil. Una historia de transformación, amor y amistad. Una ficción basada en la historia de vida del pionero de las bromas telefónicas. Un elenco elegido con la precisión de quien usa bisturí. Un guión de hierro, actuaciones con gestos y entonaciones milimétricas. Una recreación de época cuidada que se siente, más allá de los vestuarios y las texturas, en las expresiones orales arrabaleras y los zarandeos de los cuerpos en escena. Un protagonista entrañable y reconocible, aunque nada se sepa sobre su vida privada. Y además de todo eso, o a pesar de ello: emoción, empatía, mucha ternura. De esos ingredientes se nutre El método Tangalanga, la nueva ficción de Mateo Bendesky (Acá adentro y Los miembros de la familia, con las que participó en festivales como Cannes, Berlín, Toronto, Rotterdam, Belfort, Bafici, Thessaloniki, Macao y AFI Fest, entre otros).

Protagonizada por Martín Piroyansky, Julieta Zylberberg y Alan Sabbagh, la nueva producción de Varsovia Films (Diego Dubcovsky) está ambientada en los años 60 y logra, con elegancia, encantar y entretener. Con participaciones de Luis Rubio y Silvio Soldán (en el papel de un parapsicólogo español que le sienta como anillo al dedo y que además representa una jugada de marketing excepcional al promover el regreso a los escenarios de una figura mítica), configura un universo poético coherente que ficcionaliza la vida de un ícono del humor cáustico y masivo.

Tangalanga, amparado por lentes cuello de botella, barba y bigotes postizos, y una gorra con su nombre de fantasía lograba engañar a desconocidos a través del teléfono para hacer reír a fuerza de la palabra, absurdo del cotidiano y unas cuantas puteadas. Un nombre viral antes de Internet. El que, una vez consagrado, inventó aquello de “hacerlo en vivo y en directo” para la televisión. Pero en esta ficción la vida pública del héroe no es el desafío, el acierto está en cambiar el foco y proponer un mito al nacimiento de su don.

En ¿Hola? Un réquiem para el teléfono, el último ensayo de Martín Kohan (sí, el que ubicó a Darío Lopérfido en porqué los desaparecidos son 30.000 y bajo ninguna otra circunstancia, excepto la apertura de archivos militares, otro número), el autor explica que en los embromados por el Dr. Tangalanga “hay ante todo un no poder cortar. O incluso ese pedido: no me cortes. A eso están aferrados todos. A la voz que se les dirige, a las palabras mismas, al hecho de estar hablando; en resumen: al propio teléfono. No se aferran más que al teléfono.” Nada más ni nada menos que a lo mismo a lo que nos aferramos en la actualidad: ese aparato móvil que nos mantiene conectados y oxigenados. Como si de conectividad virtual se tratara, en lugar de pensar en las ficciones y la fantasía como la irrevocable conexión con lo humano. Allí, el cine y esta película. Disfrutar la ficción. Empatizar. Sublimar y existir.

El método Tangalanga, de Mateo Bendesky (98 minutos, Argentina, 2022)

Actúan: Martín Piroyansky, Julieta Zylberberg, Alan Sabbagh, Rafael Ferro, Luis Machín, Luis Rubio, Silvio Soldán.

Desde el jueves 19 en cines de todo el país.

Trailer: https://youtu.be/OLMna1TlK-U