A Friedrich Nietzsche (Rocken,1844; Weimar,1900), filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, se le deben postulados como el de la “voluntad de poder”, entre otros. Con esto NietzSche no se refiere al poder que se ejerce de unos sobre otros coercitivamente, sino del poder de uno mismo para sobreponerse a las adversidades, para permitir que aflore la creatividad. A esto le suma los conceptos del “superhombre” (ese hombre que aúna intelectualidad, carácter, voluntad y físico) y de “extramoral” (aquello que vaga más allá del bien y del mal, que se mueve por instinto en la búsqueda del placer), conceptos manoseados más delante de su tiempo, del mismo modo con el que fuera manoseada la música de Richard Wagner.  

En cuanto a Nietzsche, su relación con la ciencia y sobre todo con la medicina resultó muy estrecha. Nietzsche, un hombre enfermo de sífilis, en pendiente hacia la demencia, planteó que psique y soma, mente y cuerpo, eran un todo indivisible, el campo de batalla para las pulsiones. Aunque todo esto parezca fragorosamente combativo, el doctor Esteban Rubinstein –integrante del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires- logra traducirlo en su práctica y en su prédica a través de la siguiente reflexión: “si la vida no es riesgo, y si la vida no es incertidumbre, tampoco eso es vivir”.  

Además del trabajo con las personas que atiende (nótese que se evita la palabra “pacientes”), Rubinstein coordina un grupo de médicos jóvenes a los que insta, a través de la lectura de por ejemplo “La gaya ciencia” nietzscheana, a reflexionar sobre de su profesión y sobre cómo elaborar un diagnóstico más cercano a la vivencia del sujeto. La medicina de familia hace énfasis en la medicina humanística y en los aspectos educativos y preventivos respecto del cuidado de la salud; por eso, cuando Valeria Grossi muestra temor, desolación, enojo y desconcierto frente a la certeza de su diagnosis, el doctor Rubinstein no intentará confortarla con palabras de aliento: el cuidado pareciera también permitirle al individuo que afloren la tristeza, la furia y el miedo camino a la sanación. Por eso la película de Jorge Leandro Colás inteligentemente se concentra en tres casos tan distintos que claramente dejan a la vista sus intersecciones y sobre todo sus espacios vacíos, esos espacios vacíos en los que los médicos no pueden abandonar su propia persona, y espacios vacíos que se ocupan con las propias emociones y el cuerpo en movimiento. Porque los espacios vacíos del alma, de acuerdo a la gran afirmación nietzscheana, no pueden ser ocupados más que por la única vida que nos toca vivir. 

LOS MÉDICOS DE NIETZCHE (Argentina, 2023), escrita y dirigida por Jorge Leandro Colás. Con Esteban Rubinstein, Valeria Grossi, Paco Siquot, Julio Gavagnin. 78 minutos.