Algo viejo, algo nuevo, algo prestado
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Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

8 de enero de 2025

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado es una de las grandes películas argentinas del año y eso que este año hubo grandes películas como “La práctica” de Martin Rejtman o “El Jockey” de Luis Ortega por nombrar solamente algunas de los estrenos más esperados de esta última parte del 2024. Construida desde los archivos reales de la familia Felpeto el director Hernán Roselli utilizo ese material para entrelazar ese soporte documental con una historia ficcional de juego clandestino y conurbano que trasmite un realismo difícil de superar en el cine nacional en los últimos años gracias a un trabajo descomunal de montaje. Roselli juega con la idea de falso documental pero lo formal para el director es solo un mecanismo cinematográfico y lejos está de hacer jueguito para la tribuna. Lo que trasmite Algo viejo, algo nuevo, algo prestado más allá de la forma hibrida entre ficción y documental es la capacidad narrativa que muestra su director para construir una historia que se encuentra a mitad de camino entre el policial y un drama familiar que orbita en relación al duelo. Ambientada en Lomas de Zamora en la década del 90 la película narra la historia de una familia dedicada al negocio de la quiniela y el juego clandestino como si el Martin Scorsese de “Buenos muchachos” se hubiera mudado a la zona sur del gran Buenos aires. Con la muerte del patriarca del clan la familia deberá sostener el negocio familiar a medida que procesa la pérdida del padre. Roselli decide involucrarse de lleno en esas dos historias de modo paralelo y cada uno de esos registros potencia el otro lado de la historia a contar. Roselli utiliza su experiencia como montajista para organizar esa historia familiar que fue filmada de modo primigenio por Hugo Felpeto entre 1986 y 2001. De esta manera Roselli reconstruye una historia familiar y sumerge al espectador de un modo hipnótico en el pasado reciente de nuestro país a partir de una serie de videos caseros cuyo sentido original era el de contar una historia familiar. Roselli explota al cien por ciento esa zona ambigua entre lo real y lo ficticio y esa es la gran virtud de una puesta en escena absolutamente atípica. El espectador nunca termina de poder determinar cuál es la zona de la película que narra Felpeto y cuál es la intervención de Roselli en relación a los acontecimientos contados. Es tal la implicación y fusión entre ambos universos que al promediar la película uno se olvida de esa diferencia y solo es movido por develar e imaginar cómo avanza la trama. Alguna vez Godard escribió que toda película es un documental porque es un registro de la época en la que esta fue filmada. En ese sentido algo viejo, algo nuevo, algo prestado es una película cien por ciento godardiana. Comienza como una especie de documental que captura el extrañamiento ante ese pasado irremediablemente perdido y que solo el cine puede recuperar en su esplendor. Esa primera capa de sentido teñido de una melancolía irrefrenable luego se complejiza con la subtrama policial. Roselli utiliza al género para explorar a partir de la ficción los modos de procesar un duelo y de construir una historia por fuera de ese clan endogámico. En esa cruza entre géneros (El documental, el melodrama y el policial) la historia se resignifica todo el tiempo agregándole capas de sentido al asunto. El costumbrismo del policial conurbanense tiene ecos de “El padrino” y de “Los soprano” pero lo que a Roselli pareciera importarle por sobre todas las cosas es como se procesa la pérdida del padre con todo lo que esta figura representa en términos vinculares. El film de Roselli no sería lo que es sin la notable actuación de Maribel Felpeto. Su interpretación representa la reconstrucción de una vida y de una subjetividad por fuera de las imposiciones que el linaje implica.

Esa búsqueda interior recubierta por las intrigas del policial clásico es lo que transforma a Roselli en uno de los directores más interesantes del cine argentino contemporáneo.

Su cine combina de modo perfecto libertad formal y respeto a una cinefilia clásica procesada desde su original mirada de autor. En un momento cultural y social tan tormentoso hacen falta con urgencia narradores como el que den cuenta del mudo en el que vivimos sin perder de vista de dónde venimos.

Por Juan Pablo Susel

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado (Argentina, 2024). Dirección y guion: Hernán Roselli. Fotografía: Joaquín Neira. Montaje: Hernán Roselli, Federico Rostein, Jimena García Molt. Elenco: Maribel Felpeto, Alejandra Cánepa, Juliana Simoes Risso, Leandro Menéndez, Hugo Felpeto, Javier Abril Rotger, Marcelo Barbosa.

Sábados 4, 11, 18 y 25 de enero, y sábado 1ero. de febrero, a las 20hs
en Malba Cine, Av. Figueroa Alcorta 3415, CABA.
Entradas: https://www.malba.org.ar/estreno__algo-viejo-algo-nuevo-algo-prestado/

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