La libertad de jugar con los demonios
Sección Entrevistas - Revista Llegás
Entrevistas

La libertad de jugar con los demonios

10 de marzo de 2025

Instalar Danza es un programa de Fundación Cazadores que desde 2020 promueve la creación artística brindando tiempo, espacio, marco institucional y recursos para el desarrollo de obra, además de asesoría y acompañamiento desde la curaduría del programa, a cargo de Maricel Álvarez. Un espacio que es fundamental para la profundización en el arte, y que resulta súper necesario para la danza, habitualmente relegada. 

Este año es su 6° edición y entre lxs convocadxs estarán presentes la bailarina, actriz y coreógrafa Leticia Mazur y el director y dramaturgo Martín Flores Cárdenas quienes se proponen continuar un trabajo en proceso que tuvo una pequeña apertura el año pasado en el Cultural San Martín.

Se trata de ¿Que xou da Xuxa é esse?, un solo experimental que toma impulso en la figura de la animadora brasileña Xuxa y su demonización, algo que surge a partir de una leyenda que nace en Chile en 1991. Se decía que reproduciendo al revés uno de sus temas se podía escuchar un mensaje satánico. La artista “fue acusada” de vender su alma al diablo entre otras barbaridades que circularon en ciertos ámbitos de la cultura durante los 90. 

¿A qué se refiere el título ¿Que xou da XUXA é esse?, un nombre que decidieron sobre el final?

Leticia Mazur: hay un video de un show grande de Xuxa en vivo donde se ve que llega una nenita que tenía que esperar mucho y protesta como una gremialista diciendo “¿qué xou da Xuxa es ese?”. Luego se hicieron remix y temas musicales y quedó algo gracioso, también venía muy bien para esta pieza la pregunta qué tipo de show es este.

¿Cómo llegaron a la figura de Xuxa?

Martín Flores Cárdenas: Todo fue un malentendido, yo estaba de gira en otro uso horario y sin mirar el teléfono tan seguido. Leti me escribió porque la habían invitado a participar de un ciclo, me contó qué era lo que le interesaba trabajar. Yo ni vi el mensaje y quedó ahí. Horas después, me mandó un meme o un reel de Xuxa que sí vi. Entonces, cuando finalmente me encuentro con el audio y su propuesta de trabajar juntxs, lo escucho asociando eso que ella había pensado con el universo de Xuxa, me doy cuenta, y le digo “me pasó esto, hay que hacer algo sobre Xuxa”. Y ahí ella me cuenta que cuando era chica se había postulado para ser Paquita.

LM: era un chiste, todo empezó en una secuencia de audios imparable donde nos íbamos cebando mucho y cuando él imagina eso le digo “vos sabés que yo quise ser Paquita, ¿te acordás cómo se la acusó de hacer un pacto con el demonio?”.  Todo nos entusiasmaba y se empezó a tejer un imaginario que dijimos, bueno acá es. Fue un malentendido muy afortunado.

MFC: A la vez, quizá por no venir de la danza, lo que ella me había planteado en principio me resultaba muy ajeno o difícil de imaginar. En cambio, el video de Xuxa fue directo al corazón. Lo cuento en detalle porque me parece que hay algo en la manera en que se dio el malentendido que da cuenta de nuestro vínculo, que está muy presente en la obra. Hace tiempo pensábamos que un día íbamos a trabajar juntos pero no encontrábamos cómo ni por dónde. Y de pronto sucedió. Casi sin querer estamos haciendo una obra sobre Xuxa. Lo digo y me parece extraño y ridículo todo. Pero nos encanta. El de Leti es un universo creativo muy singular, muy diferente pero que ahora, cuando lo vinculo con el mío, produce algo nuevo para los dos, otra cosa.

¿Vos tenías otra idea?

LM: no tenía una idea escénica de narración, lo estaba invitando a participar y no era para mí lo mismo si estaba involucrado igual que yo o no. Me cuesta muchísimo dirigirme sola, no sé cómo armarlo. Voy a una zona que siento que manejo más, en relación a cómo trabajo el movimiento, me meto con otros asuntos, pero con poco tiempo sentía esa limitación.

¿Qué es lo que imaginan ahora en esta residencia?

MFC: A la apertura del Cultural San Martín se llegó con algo apenas bocetado. Un mes antes ni siquiera sabíamos que íbamos a trabajar juntos. Creo que se trata de profundizar la búsqueda, engordarla. No tanto en términos de extensión o duración sino pensando más en su consistencia. Trabajar más exhaustivamente cada prueba, volver algo de lo que teníamos más denso, dimensionarlo. Y otras, por el contrario, diluirlas. Suena paradójico pero sería algo así como trabajarlas para volverlas a un estado parecido al de su concepción, un estado germinal, de fragilidad.

LM: sí, más elaboración, más tiempo de dedicación. Aparecen nuevas ideas que hay que ver en este tiempo, que también es breve, que se llega a realizar, pero sigue siendo la presentación de un trabajo que está en proceso. 

MFC: Por haber sido tan rápido aquella primera instancia de ensayos, creo que no nos pudimos detener mucho a pensar qué estábamos haciendo. Esa primera apertura nos dio la posibilidad de preguntarnos cosas teniendo cierta distancia.

LM: Y también tienen a favor que hubo dos funciones, porque a veces uno hace un proceso de ensayo y luego una pausa, después otros ensayos y no necesariamente en el medio hay funciones. Acá las hubo y siempre te dan muchísima información de lo que estás haciendo, un nuevo nivel de conciencia que aparece porque tiene un intercambio con el público y gana una potencia, llega a su mejor versión de esa instancia en ese momento, y eso pasó. Era algo verde que también tenía mucha fuerza, mucho deseo y hacerlo en vivo la hizo crecer. Yo también tengo mucha confianza en el trabajo porque hice esas funciones y vi que hay algo que me encanta.

MFC: uno lo hace porque existe el deseo y sin escuchar esa otra lógica mercantil, porque lo que manda es el deseo.

¿Por qué hacer esta obra en este momento? ¿Ven que exista algún link con el contexto?

MFC: Por un lado, creo que toda esta estigmatización que sufrió Xuxa fue la primera operación o ataque con fake news de la que tengo memoria. Yo era muy chico y hoy este tipo de maniobras las vemos a diario. Hay algo en relación a vincularnos con el deseo. Es ridículo especular con que este trabajo nos dé dinero o prestigio. Mientras hablo, ahora, dando esta nota, me veo de afuera, y enseguida aparecen contradicciones. En este momento en el que la violencia parece tener mil formas, abrazarnos con este tipo de proyectos me parece un hecho de mucha potencia, políticamente hablando. Me parecen defendibles estos espacios como Instalar Danza: un lugar que se propone brindarle a artistas un espacio y una contención para que hagan lo que les dé la gana, juntos. Crear juntas, juntos. Sin ningún fin comercial ni mercantil, incluso podría decir, con fines misteriosos porque, personalmente, muchas veces no sé por qué hago lo que hago. Meterse en un lugar en donde se defiende lo que no tiene utilidad, es dialogar de alguna manera con un sistema que busca siempre un beneficio.

MFC: yo más ajeno a la danza, descubro en cada ensayo procedimientos nuevos, otras formas de generar pensamiento. Por ejemplo, ver el cuerpo de una bailarina formada, adulta, de cierto prestigio, hacer los pasitos de Xuxa que están pensados para que los puedan replicar niños mirando la televisión, es algo súper simple pero que a mí, me dispara un sinfín de asociaciones. Si querés, podemos separar pensamiento y emoción, a mí enseguida me mete en un terreno abierto, un campo asociativo que todo el tiempo está corriendo sus límites. Algo en relación a cómo lo que hacemos propone intervenir la lógica del tiempo. Algo que por ahora, solo logra el arte.

¿Qué pasa con lo diabólico en Xuxa?

MFC: en relación al demonio, hay algo de la bruja que aparece en una imagen de la obra, lo genital en la mujer como una cueva o puerta hacia un lugar oscuro para el patriarcado. Lo misterioso se vuelve peligroso. Como la cerradura a un mundo desconocido. Estoy siendo irónico. Lo aclaro porque esto después sale escrito y queda raro. O bueno, más raro.

LM: volviendo a la demonización, esto que dice Tato de una maniobra, pero que se hace sobre una mujer, no es menor. Como que no se tolera mucho poder en una mujer, siempre se va a hacer o tener un tipo de enemigos particulares que van a atacarla de determinada manera por ser mujer, así como nombramos al femicidio porque es contra una mujer. Hay modos específicos de atacar a las mujeres. No es menor que Xuxa sea mujer, es por eso el modo en que se la ataca. En la obra el hecho de ser mujer está presente, el paso del tiempo está presente, como esta emoción que yo tenía al tener determinada edad, cómo la veía desde ese punto de vista y cómo eso llega a mi cuerpo hoy con casi 47 años y con esto que decía Tato, de lo que no se espera de una. Me encanta eso, pareciera totalmente inesperado ponerme el traje de Paquita, y la tensión que eso genera con el supuesto lenguaje al que pertenezco.

¿En ese sentido podríamos referirnos a la obra como obra de danza, en relación al lenguaje? 

MFC: Por la relación del cuerpo y el tiempo. O bueno, ¿espacio y tiempo? ¿Está mal lo que digo?

LM: hay mucho cuerpo, mucho movimiento y narración, pero no solamente, el sonido, la imagen, texto. La danza es mucho más que solo el cuerpo en movimiento. Esto que decía Tato de unir estos mundos que no están tan cercanos, en mi cuerpo están adentro, también hay algo de estos pasitos, este lenguaje, este deseo de ser Paquita, y que no veo, ahora, a mi edad y con mi recorrido, como algo que no se pueda creer: re puedo creerlo. Y hay algo que sigue, en esto de la manipulación del tiempo que él decía, que es extraño, yo vuelvo en mi memoria y respeto mucho ese deseo que tuve. Hay cosas del pasado a las que uno vuelve y no lo puede creer… cuando me pongo el traje, me pongo en movimiento, no es mucho lo que tengo que hacer, pero me pasa. Es como cumplir un sueño.

Estás siendo la Paquita que querías, hay algo que aparece de la mujer.  ¿Qué sienten que la obra manifiesta o quiere expresar del mundo?

MFC: Me resisto a pensar en un solo tema, creo que hay algo en relación al tiempo. Pensaba en la experiencia del tiempo que para cada uno es diferente. Sin embargo, bailar juntos una música o una coreografía al compás, de alguna manera alinea un poco nuestra percepción del tiempo. En los niños es muy claro eso.

LM: seguro hay mucho más que no estoy en condiciones de decir o que tenga ya formulado para sumar, pero sí la libertad que aparece en el trabajo a partir de la demonización. Que a ella se la acuse de un pacto con el diablo es una locura y, en la obra, todo lo que eso trae, nos genera una apertura energética, interpretativa y a nivel imagen, de libertad. Como si la obra tomara eso para que el lenguaje se vuelva desbordado y nos permita irnos a otras zonas; el demonio habilita algo más inconsciente y desbordado y eso me atrae.

MFC: Nos divierte vincularnos con la idea del mal de manera ingenua, como me vinculaba cuando era chico: el mal como algo ajeno, como algo propio de demonios, brujas o infiernos. Hoy bien sabemos que el mal está en todas partes, también, y sobre todo, dentro de nosotros.

LM: como algo que te posee pero que no te pertenece, (¿che, estás segura de que no te pertenece?). Demonizar una persona y demonizar el mal. También está el reverso, dar vuelta el casete, del otro lado está lo peligroso, el tabú, lo que no se muestra. Jugamos con lo que revela ese otro lado que genera muchas posibilidades de sonido, interpretación, apertura. La excusa de hacer obras tiene que ver con eso, con descubrir cosas que, si no nos dedicamos todo este tiempo a hacer, no nos enteramos de que son posibles.

¿Qué piensan de la idea de que un proceso de creación es un proceso de subjetivación? 

LM: totalmente que es así, hace falta ese proceso para encontrar las cosas que, si no, las relacionarías solamente con lo que ya sabés, o con lo que ya tenés formulado y resuelto. Cuesta cada vez más dedicar tiempo para profundizar, los artistas estamos así, todo se hace muy rápido porque no tenés ni la plata, pero poder agudizar sobre algo y que esa subjetivación se macere, se cocine, hay algo ahí rico y uno sale después con algo que no estaba dicho ni dado. Hay algo poético que está circulando y de repente aparece, que tiene una potencia simbólica que no es razonable ni pensable ni ejecutable sin que todos esos factores estén ya en juego y para eso hay que tener mucha confianza, mucho amor, mucha dedicación, mucha fe y todo eso es energía emocional que ponemos al trabajar nosotros y eso creo que les llega a los espectadores que conectan con el trabajo.

MFC: A mí el ensayo me da una oportunidad que no propone ningún otro espacio. Profundizar esa subjetivación representa una evolución para cada uno de nosotros, creo, y los pensamientos o reflexiones que surgen de estos procesos forman parte esencial de nuestras vidas. Si uno se compromete con los procesos, es muy difícil que no haya una evolución, un crecimiento. Para nosotros, cada proyecto, cada proceso forma parte de un proceso más grande que es, no sé, vivir.

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Fotos: Ana Rodban

Instalar danza:
Curaduría: Maricel Alvarez.
Dramaturgista: Victoria Alcalá.
Artistas invitadxs: Inés Armas, Damiana Poggi, Leticia Mazur y Martín Flores Cárdenas.
Cierre: Carlos Casella.

8.8 UNA COREOGRAFÍA PARA ACABAR CON TODO: Una pieza multimedial que investiga la violencia física en una relación desigual de fuerzas. Indaga en las estrategias de hackeo de esa descompensación a partir de la creación y uso de dispositivos coreográficos de video, sonido e imagen. Damiana Poggi

MATERIA BRUTA: Una danza guardada en un papel por más de 30 años. Un archivo que se abre como una pregunta. El tiempo que se hace cuerpo y dibuja una historia en el presente. Cavar en lo hondo y descubrir la luz que emite un recuerdo, justo antes de ser olvidado. Dirigido por Inés Armas junto a Juan Salvador Gimenez Farfan.

¿QUE XOU DA XUXA É ESSE?: La leyenda nació en 1991, en un pequeño estudio de radio de Antofagasta, Chile. El conductor del programa recibió un extraño mensaje de una oyente que decía que la cinta del cassette de Xuxa escuchada al revés contenía un mensaje satánico. El locutor pidió al operador que reprodujera el tema en reverso y la paranoia se volvió masiva. Poco tiempo después, la revista Gente de Argentina le dedicó un informe exhaustivo al tema. Entre otras cosas, se la acusaba de haber vendido el alma al diablo y de comer cadáveres de niños. En la tapa aparecía una foto de Xuxa dada vuelta y el título “Xuxa y el diablo”. Dirigido por Martín Flores Cárdenas y Leticia Mazur

Del 20 de marzo al 5 de abril.

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¿QUE XOU DA XUXA É ESSE?
Actúa: Leticia Mazur
Dramaturgia y dirección: Martín Flores Cárdenas y Leticia Mazur

FUNDACIÓN CAZADORES
Villarroel 1438
Sábados 22 y 29 de marzo y 5 de abril a las 20 h

Dulcinea Segura Autor
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