Breve historia:
del cinematógrafo (aparato técnico) de los Lumiére al Cine (aparato semiótico) de Griffith. Inevitablemente este nuevo Arte (entre comillas) iba a encargarse de ese cuerpo social irrepresentable: Las Masas. Las Masas y el consumo de signos. Para vehiculizar eso fue necesario que el Cine en su origen se institucionalizara (y quedará bajo la égida del Capital). Esto fue el Studio System (hermano mayor del Star System). Una vez establecido con su cadena de montaje productiva, el Cine (al igual que la literatura) se disecciona en géneros: Musical, Western, Cine negro, entre otros. Fin de la Segunda Gran Guerra, el Cine es encontrado culpable de colaborar con los regímenes totalitarios. Una nueva raza de auteurs abjuran de los Estudios (“escenografías sin escena”. Daney), la cámara se convierte en ojo-documental y de registro de la devastación. Aparece la televisión como relevo ideológico. Aparece el Cine Moderno. Las Masas prefieren pasar de largo a esa violencia de las formas. Los géneros inician su decadencia, pierden verosimilitud. Film Noir de María Negroni se propone como una memorabilia de los temas, figuras y motivos de este género que se resiste al olvido, demostrando que no fue solamente una mercancía de la industria cultural. La escritora doctorada en Literatura Latinoamericana en Columbia nos ofrece un texto personal donde los elementos del Noir cobran una dimensión epistemológica. Casi como una confesión, la autora, parece aclarar que su intromisión en este universo de hombres marginales y mujeres problemáticas fue azaroso: “Llegué al film noir casi sin darme cuenta. Atraída, sobre todo, por la fotografía, esos planos torcidos en blanco y negro que tocaban una sinfonía absoluta y la amueblaban con escaleras amenazantes, personajes seductores y ruines, crímenes y antros del mal”. La base de todo el ensayo es reconocer en esta estilística deudora de la novela gótica y del cine expresionista (que volcaron los directores exiliados por el Nazismo como Fritz Lang o Billy Wilder) elementos para el análisis de la sociedad americana que ya entre los 30´ y los 50´ empieza a agrietarse.
Cada uno de los capítulos está organizado a partir de un eje temático (los autores destacados, los detectives americanos como reversión del caballero de las leyendas artúricas, el erotismo como ruina, la ciudad como averno, etc.) donde los films más icónicos son rescatados de las ruinas del tiempo y dan pie a que la autora sintetice su argumentos, sus tópicos y sus relaciones, poniendo énfasis también en el backstage político epocal con sus listas (también negras) y su paranoico Macartismo anti-rojo.
Refiriéndose al cine clásico, Serge Daney con un sesgo nostálgico afirmaba en los 80: “Hoy estamos lejos de ese cine. Ya no sabemos hacerlo y, por eso, lo amamos más nunca”. La época donde los géneros organizaban nuestro gusto y nuestra percepción ha quedado atrás (por ejemplo, el western luego de Los imperdonables de Clint Eastwood firmó su deceso) coincidiendo, en cierto sentido, con la muerte del propio Cine. Los ensayos contenidos en Film Noir, puede ser leído como un intento de resurrección.
Otro lanzamiento de la autora: Pequeño mundo ilustrado. Ed. Caja Negra.