El héroe colectivo
Sección Letras - Revista Llegás
Letras

El héroe colectivo

por Lucas Oliveira y Fernando Marín

25 de junio de 2025

Cada acontecimiento que se produce en el desierto contiene, en su urgencia, la posibilidad de transformar esa insoslayable cantidad de señales estéticas de potencia arrolladora representadas por el paisaje. El desierto, como concepto, es tan vasto, que cambiarlo con uno o dos oasis nunca puede ser considerado una profunda transformación. Quien haya caminado uno sabe que, por mucho que se esfuerce, el desierto es imposible de atravesar.

El mundo de las encuadernaciones era un desierto. El microambiente de editores artesanales festejaba, con inolvible y puerca alegría, la aparición de un oasis, una nueva editorial a manera de homenaje de la categoría y se sucedían orgías de datos, visitas y festejos en redes (o donde fuera que tuviéramos un megáfono virtual). La presencia de alguien más como nosotros (pero para nada nosotros, para nada lo mismo sino más bien lo inaudito, lo precioso, la magia de atrapar lo inasible), nos llenaba de árboles frondosos el desierto que se habitaba.

Hasta que un día ya no hubo desierto. Había cedido y el jolgorio que cada nueva editorial generaba nos distraía del hecho de que no pisábamos más los suelos de la aridez de proveedores o libreros que apenas si te respetaban. El bosque se llenó de luces, sombras pero chinescas, colores chillones y mojigatos, personas que sabían del oficio de escribir y ahora también aprendían del oficio de encuadernar.

Fue un momento veloz, apenas si reflexionamos algunos sobre qué estaba sucediendo, por qué cada año que pasaba nos sentíamos más felices, más acompañados. Uno suele revisar en desgracia pero cuando vive situaciones de suma alegría y emoción suele ser muy difícil parar el carro de la montaña rusa y reflexionar sobre las aventuras.

Por supuesto, no todos éramos tan ingenuos y enajenados en la nueva y frondosa realidad. Había unos pocos que pensaban en cómo articular cada uno de estos acontecimientos con el anterior, el siguiente e inventaban puentes precisos entre producciones literarias de aquí y de siglos atrás. La lluvia de propuestas traía gotas cada vez más gordas y, cuando parecía que un tsunami de conocimiento nos iba a ahogar llegaba una propuesta superadora, ampliaba los proyectos anteriores y hacía puente para que los nuevos aceitaran su entrada al mundo adulto de un bosque lleno de especies.

Enumerar la cantidad de cambios que hubo desde las cenizas de la crisis del 2001 hasta hoy es pianta votos, no lo voy a hacer. Pero, por favor, me digo sin pudor, sí quiero enumerar los oficios que intervinieron para que las editoriales artesanales tengan la visibilidad que tienen hoy porque me resulta inaudita; escritores y libreros suenan primero, obvio. Pero también hay que agradecer este crecimiento a ferreteros, talabarteros, cineastas, fotógrafos, actores, periodistas (de los bonzo y de los cuerdos), diseñadores gráficos, preceptores de colegios, directoras de escuela, funcionarios públicos, ilustradores, cantantes, taxistas, abogados y niñeras. ¿Y vieron que todos, sin expción, comparten una costumbre que hoy pareciera ser considerada peligrosa? Gustan de leer.

FOTO: "¡Arde!", poemas de Ana Laura López y grabados de Juan Sabatez. Pulpa Editora, mayo 2025.

LUCAS OLIVIERA

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Este año, FERIAL se consolidó y creció en múltiples dimensiones. Con una convocatoria que atrajo más de 350 proyectos de toda Latinoamérica, la comunidad del libro, el arte y los oficios reafirmó su vitalidad y FERIAL se posicionó como un nodo cultural importante.

La colaboración fue eje central del proceso. El año pasado notamos que fue un desafío muy grande hacer la feria en un edificio de tres pisos. Gracias al vínculo generado a partir del programa Orillas Nuevas —una iniciativa que nos permitió encontrarnos con proyectos afines y repensar FERIAL desde nuevas perspectivas— conocimos a Cooperativa Espacial, con quienes repensamos el recorrido, la señalética y la experiencia integral del visitante. Su mirada crítica y sensible nos ayudó a articular mejor la multiplicidad de lenguajes que habitan FERIAL.

En ese mismo marco, las mentorías brindadas por Orillas Nuevas fueron fundamentales para potenciar la propuesta: organización espacial y cómo incide en la experiencia del público; la identidad visual de esta edición, junto a nuestro diseñador Gustavo Ibarra.

Uno de los logros destacados fue la incorporación de seis nuevos oficios al recorrido, sumados a instalaciones artísticas y un espacio rotativo de activaciones en vivo (caligrafía, risografía, papel hecho a mano), que acercaron los oficios al público en tiempo real. Además, en esta edición, se lanzará el Premio a los 25 mejores libros latinoamericanos, marcando un hito para visibilizar y valorar el trabajo editorial independiente de la región.

Organizada por la Fundación de la Universidad Nacional de las Artes y la UNA, FERIAL no es solo una feria: es una plataforma pública de acceso, formación y profesionalización en los oficios del libro. Un espacio donde aprender, crear y proyectar futuros posibles desde la edición, el diseño, la encuadernación y las artes gráficas. Un lugar donde los oficios son cultura viva.

FERNANDO MARÍN

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