Una canción arrullo que es poesía absoluta para pintar de amor los encuentros cotidianos. Dos canciones-juego para leer con todo el cuerpo, a pura imaginación y risas. Otra más que invita a un viaje definitivamente divertido. Y un dulce carnavalito para comenzar el día jugando con alegría. Letras y melodías alegres y sensibles, compuestas por destacados artistas dedicados a la infancias, se combinan con ilustraciones tan tiernas como originales en la colección de libros-canción destinada a bebés, niñas y niños pequeños que hacia finales del 2020 presentó la editorial Pupek: Serenata de papel.
Cuatro primeros libros, a los que prontamente se sumarán otros cinco, pensados para estimular desde los primeros años de vida el desarrollo del lenguaje y la musicalidad, al tiempo que abrir puertas para que los chicos y las chicas descubran el mundo de la literatura y, muy especialmente, el disfrute de la lectura compartida. Incluyen, en todos los casos, un QR para escuchar las canciones y las letras y acordes para tocarlas en casa.
“Es importante que el lenguaje de los libros para la primera infancia tenga rima y musicalidad, por eso creamos Serenata”, dice Daniela Szpilbarg, doctora en Ciencias Sociales, investigadora del CONICET y docente universitaria (UBA/UNTREF), fundadora de la editorial, quien cuenta que el proyecto, que lleva adelante con su mamá Linda, “nació con la idea de visibilizar a artistas argentinos de gran calidad que trabajan con mucho respeto y cuidado para las infancias”.
Daniela habla de artistas como el tucumano Juan Quintero, autor de la preciosísima Regalitos que para el formato libro ilustró, ¡con plastilina!, Mariana Ardanaz, responsable también de contar en imágenes el carácter lúdico de las canciones de los siempre geniales Vuelta Canela, presente en Una nube-Golpeteo y en Yo tengo un auto, ilustrado en ese caso por Miranda Rivadaneira; y se refiere también a la encantadora María Sol Hermo, del grupo Agua de Sol, compositora de la linda Pajaritos en mi ventana que aquí ilustró Rocío Alejandro.
¿De qué manera entienden en Pupek el proceso de creación de libros para la franja que denominamos primera infancia? ¿Qué tipo de recursos consideran que deben incluir estos libros?
Daniela: - Cuando hablamos de primera infancia estamos hablando de bebés y chicos y chicas hasta los 4 o 5 años de edad, desde el nacimiento y hasta la finalización del jardín de infantes. Para ellos desarrollamos libros que, por su tamaño, permiten que un bebé sentado los pueda abrir de par en par para mirar; pensamos en temas, en este caso canciones, que seleccionamos cuidadosamente con distintos criterios temáticos y con una complejidad que va creciendo, como los mismos niños; e igualmente, para el caso de las ilustraciones, pensamos en distintos artistas que a través de diferentes técnicas pudieran narrar visualmente cada historia, siempre con alta calidad. Porque a los niños hay que darles libros en diferentes formatos y con distintas técnicas desde bebés.
¿Por qué libros-canción?
Daniela: - Porque es una posibilidad de acercar los libros a los chicos desde un lenguaje, el musical, que normalmente compartimos mucho con ellos desde bebés. El lenguaje de lo cantado es algo muy primario, a veces los bebés cantan antes de hablar. Además, los chicos tienen mucha relación con las canciones y los artistas que les gustan, por lo que tener libros que los reúnan me parece interesante para acercarse luego a otras instancias de la lectura.
Cada título de la colección Serenata de papel, que este año se ampliará con canciones de la enorme Mariana Baggio, el dúo marplatense Las Magdalenas, los chicos de Pequeño Pez y los divertidísimos Nilocos, más otra de Agua de Sol, aporta un elemento particular a cada etapa del crecimiento. La curaduría es, en todos los casos, de Daniela, quien sobre el proceso de trabajo que hace de cada canción un libro-ilustrado dice que “siempre hay un diálogo, tanto con los artistas que cantan como con los artistas que ilustran”.
Mariana Ardanaz, artista plástica egresada de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata es la creadora de las imágenes que dieron forma a los dos libros-canción que inauguraron la colección de Pupek y, también, la editorial. “En el caso de Regalitos, que es toda poesía, ese mismo carácter de la canción nos guio en la concepción visual del libro, fue un trabajo que hicimos muy cerca con Daniela; luego para Una nube y Golpeteo decidimos trabajar desde el mismo lugar de juego de esas canciones y nos pareció divertido que los personajes fueran animales que jugaran siguiendo la invitación de Vuelta Canela y así invitaran, desde las páginas del libro, a que los niños jugaran con sus familias en sus casas”, cuenta.
Mariana trabaja con una técnica muy especial que le permite reunir tres disciplinas que la apasionan: el dibujo, la pintura y el modelado, sobre la que dice que: “El hecho de trabajar con plastilina ya genera un impacto en los niños pequeños porque, además de ser un material atractivo y que aporta volumen a la imagen, les resulta familiar porque es el mismo que ellos utilizan para jugar. E invitar a jugar, para generar un momento cálido y divertido en familia, es algo que siempre nos interesó cuando pensamos en estos títulos que abrirían la colección”.
Sobre el trabajo artístico en conjunto, María Sol Hermo, de Agua de Sol, dice que : “Fue maravilloso compartir la autoría del libro (Pajaritos…) con Rocío Alejandro que es una referente de la ilustración para las infancias e hizo un trabajo de creación desde el plano de la imagen que dio una voz enunciativa a quién canta y puso así en escena aspectos que en la propia canción no se mencionan, pero al aparecer en las imágenes permiten crear una narrativa que multiplica absolutamente el sentido de la canción original. A través de esta publicación pudimos concretar una de las aristas principales que tiene nuestro proyecto que es la interdisciplinaridad y el cruce de los lenguajes artísticos, algo esencial porque para nosotros las experiencias artísticas son integrales. Y el objeto libro hace que esa canción que ya venía quizás acompañando a la familia tenga también otra presencia en un objeto del orden de lo emocional-significativo para el niño, algo que duplica la apuesta emocional de las canciones”.
De igual manera, también para los Vuelta Canela, presentes en esta charla a través de Nina Lenze (la payasa Filomena), “es un sueño cumplido llevar nuestras canciones a un libro para los niños más pequeños porque entendemos muy importante tanto a la música, la poesía como la literatura y el acceso al leer desde la temprana infancia; valoramos muchísimo el trabajo que realiza Dani en el concepto general de la colección, en la fusión de estas artes y la ilustración”.
A propósito del acceso a la literatura, a las historias dibujadas con palabras y formas sobre un papel, al mundo del leer que abre mundos, Daniela cuenta que: “En lo personal me gustaría que nuestros libros puedan ser una herramienta para compartir algunos momentos por fuera de las pantallas, no para demonizarlas, sino para que existan otros espacios de inspiración, otros contenidos de linda calidad, musical y estética. Acceder a la lectura, a los libros, estimula muchas instancias del desarrollo que luego ayudan a la formación del pensamiento, y eso es algo muy difícil de desarrollar en la actualidad para los chicos porque la relación con la pantalla los deja a veces en un lugar pasivo y yo aspiro a infancias activas que puedan tener un pensamiento autónomo, a lo que creo que se llega a través de la lectura y el juego. Por eso, y porque así como la brecha en el acceso a la tecnología es grande también lo es la diferencia en la posibilidad de acceso al libro, por eso también la idea de la editorial es realizar donaciones a bibliotecas populares y proyectos dedicados a las infancias en espacios vulnerables donde realizar, además, actividades destinadas a la promoción de la lectura”.