Arte y Educación en las infancias es el título del libro que acaban de lanzar los PIM PAU, el trío argentino/brasileño compuesto por la bailarina y maestra Eva Harvez; el músico, cantante, compositor y educador Lucho Milocco y el músico, compositor, educador y productor audiovisual, Cássio Carvalho. Se trata de una obra que propone integrar los distintos lenguajes artísticos y generar recursos lúdicos, creativos, corporales y de exploración para la niñez y los adultos que los acompañan, que nace del trabajo, investigación y creación de contenidos para las infancias que el grupo lleva a cabo desde 2011, donde el núcleo es “la construcción de vínculos” y el acto creativo como un modo de relacionarnos con el mundo. Un contenido que ha sido utilizado con fines educativos en Argentina y también en países como Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Francia, República Checa y Polonia, entre otros, y que forma parte del ciclo Clic Clac en el Canal 22 de la TV Pública de México, en el canal cultural de Cuba y en el argentino Pakapaka.

“Para nosotros hacer este libro es algo que siempre estuvo presente porque el proyecto que llevamos adelante partió desde el aula, desde el trabajo educativo. Poder materializar todo lo que veníamos desarrollando es una continuidad o una profundización de ese mismo trabajo. Algo que también en las publicaciones en redes sociales, por ejemplo, siempre está presente, porque siempre tratamos de darle un marco teórico, conceptual, al contenido que compartimos, ya sean videos o juegos. Es algo que teníamos pendiente, que nos resultaba difícil concretar porque demanda mucho tiempo y veníamos con una actividad de una intensidad muy frenética, muchos shows, giras, talleres de formación, pero por la situación de la pandemia el año pasado al frenarse el salir a escena apareció la posibilidad de enfocarnos y materializar todo eso que es la base de nuestro trabajo. Este libro es un sueño cumplido”, dice Lucho.

Los tres son docentes, de distintas disciplinas, pero tienen formación pedagógica y desarrollan su trabajo desde ese lugar; se conocieron y gestaron PIM PAU incluso en un espacio de enseñanza ¿De qué manera entiende cada uno el abordaje pedagógico?

Eva: - Yo entiendo la docencia como un acto colectivo, para empezar. Me parece que todo hecho educativo tiene algo muy potente y fundamental que es el colectivo humano, porque el intercambio, el construir y el transformar no se hacen de manera individual sino colectiva. Para mí trabajar en el ámbito educativo es, ante todo, la posibilidad de transformar la realidad y eso se hace colectivamente. A su vez, en cuanto al arte, cumple un rol muy importante porque es la posibilidad expansiva de expresión de todos los lenguajes que tenemos para ofrecer, para enseñar y aprender.

Cássio: - Para mí el punto, la esencia, del sentido pedagógico, es colectivo; es una instancia de inquietud y transformación también. Mi ‘vieja’, que es una pedagoga ligada a la vanguardia del pensamiento matemático en Brasil, me decía siempre que quienes eligen la docencia son los que no están conformes con el mundo. Por eso para mí se trata de una invitación desde lo colectivo de abrir nuevos mundos posibles.

Lucho: - Adhiero a lo que dicen Eva y Cássio y sumo que para mí la docencia es una vocación y creo que eso termina estando muy ligado al arte y al juego porque las cosas que nos apasionan son a las que uno se entrega por completo, de la misma manera que cuando se es niño uno se entrega con total compromiso y seriedad al juego. Igual con el arte, que es algo que nos atraviesa a los tres; por eso creo que no separamos la tarea artística de la docente porque somos eso en la entrega de todos los días.

¿Cuál es el público al que está destinado el libro?

Eva: - Está pensado para todas docentes en general, profes de artes y para adultos que están vinculadas en el trabajo con grupos. Nosotros trabajamos particularmente para las infancias pero en nuestras formaciones también participan muchas personas que vienen de otros ámbitos, que trabajan con grupos de adultos mayores, con adolescentes, en el mundo de la salud. Creemos que es un libro que puede acompañar procesos creativos, de reflexión, de búsqueda de sentido. Está direccionado a personas que estén en una búsqueda en el trabajo con otros.

Lucho: - Hay cuestiones que son transversales al sistema educativo porque en realidad el arte brinda, por ejemplo, entre sus reacciones, la interpelación. Nosotros tratamos a través del juego de tomar la fuerza de interpelación del arte y la utilizamos para replantear cuestiones estructurales del sistema educativo, pero considerando que ese sistema somos la sociedad en su totalidad. Y trabajamos desde la obra artística de PIM PAU pero vamos enhebrando también pensamientos de filósofos que no tienen que ver directamente con el trabajo en la educación inicial o primaria como Foucault, Derrida, obviamente sí aparece Paulo Freire.

En la introducción del libro, escrita por la Chiqui González, se habla de una “pedagogía corporizante”, a propósito de esto quería preguntarles sobre el cuerpo que es uno de los conceptos que aparece en general alrededor de las propuestas artísticas vinculadas a la infancias y en el caso de PIM PAU siempre muy claramente. Entonces, ¿a qué hacen mención las palabras de la Chiqui?

Eva: - Se trata de algo que nos parece fundamental porque de alguna manera el cuerpo es un generador de vínculos y de lenguajes, es a través del cuerpo que nos manifestamos y nos ponemos en contacto con el mundo e interactuamos con los demás. Esta función corporizante tiene que ver con no delegar solamente en la palabra todos los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Primero pensar qué entendemos por cuerpo, cómo desandar un camino de ciertos estereotipos como que el cuerpo siempre está en relación al desplazamiento y al movimiento, cómo empezar a desglosar todas las posibilidades de este cuerpo que somos; y atender –y entender- que este cuerpo cuando se institucionaliza se pone en relación con la enseñanza y el aprendizaje en un ámbito educativo, con las normas de ese ámbito y todo lo que eso implica.

Cássio: - Para nosotros todo nace del cuerpo. El cuerpo es el que escucha, interpreta, ve. Y acciona, cataliza, integra todo. Las infancias son una inspiración para que uno como adulto y adulta rescate esa integración, ese tiempo donde todo estaba atravesado y florecido en el cuerpo sin separaciones. Y cómo a medida que crecemos hay mucho de eso que dejamos de habitar.

Lucho: - Se trata de repensar el cuerpo para entenderlo no como algo que nos es dado sino como una construcción, un territorio que es el primero donde el poder opera. Y lo importante que es en ese sentido poder repensar y desandar cuestiones que comienzan a instituirse. Por eso esto que dice Cássio que es inspirador trabajar con las infancias porque todavía no fueron tan signadas por la estructura del poder. Desde la práctica pedagógica empezar a pensar el cuerpo en esos términos es un camino para empezar a practicar la libertad.

¿Es una invitación a repensar las propias prácticas docentes también?

Lucho: - Por un lado hay algo que mencionamos mucho, tanto en el libro como en los cursos, y es que somos grandes defensores de la educación pública, de la educación como un derecho y lo que tratamos de poner sobre la mesa para reflexionar tiene que ver con esa escuela que nos habita a todos. Claro que no replicar como docentes, como escuela misma y cada uno en lo personal esas estructuras de poder no es fácil porque en realidad la escuela la hace la sociedad (lo estamos viendo en pandemia, todos somos parte de eso que decimos escuela). Hace tiempo que hay corrientes que invitan a cuestionar y repensar y creemos que es un proceso muy largo. No se puede cambiar una estructura tan afianzada de un día para otro. Lo que nosotros intentamos aportar tiene que ver fundamentalmente con los lenguajes artísticos para tratar de reencontrarnos con la integralidad del arte, lejos de esa idea de que es solo para las personas dotadas.

Eva: - Creemos que siempre lo importante es el proceso y que dentro de ese proceso, que es largo y que no es uniforme, lo más importante son las capacidades expresivas, es la duda, la pregunta, el interpelar, el construir, el intercambiar, eso es lo fundamental para nosotros en el proceso de aprendizaje-enseñanza; porque las dos cosas están emparentadas, no es que alguien enseña y otro aprende, es un intercambio constante.

Cássio: - Es la forma en la que lo piensa Pichón Riviere, pensar esas dos instancias por separado es no comprenderlas. Enseñar no pude estar separado del aprender. Si eso existe faltará entonces la comprensión para entender todo el desarrollo que ambos conceptos implican.

Arte y educación, a partir de la música y el juego, con eje en el cuerpo, confluyen en la propuesta integral que lleva por nombre PIM PAU y que incluye dos discos: Recreo (2016), con canciones propias y reversiones de clásicos del cancionero infantil del Brasil y de Latinoamérica y Corazón de Crianza (2019), nominado como mejor álbum infantil en los Premios Gardel 2020; más de 40 videos publicados en un canal de YouTube (/pimpautv), cientos de recitales por Argentina y la región, Talleres y Cursos de formación y ahora también un libro. Y un espíritu lúdico recorre cada instancia.

“Cuando yo era chica iba a una escuela donde a todos nos gustaba mucho jugar al delegado, ese juego que es como el quemado. Nos gustaba tanto que terminaban jugando incluso las maestras, los profesores; era un juego que reunía a chicos y a grandes. Y recuerdo que lo hacíamos con mucho cuidado porque como en todo juego había reglas, reglas organizadas desde la empatía y lo vincular. Estar todo el grado junto a otros más chicos y grandes y ver también a los adultos jugando fue algo muy representativo de mi infancia. Y saber que en todo momento había mucho cuidado. Porque el juego es cosa seria”, dice Eva enfatizando la importancia de una adultez que, también para educar se involucre, sea parte, acompañe. “Y cuando el niñe ve una adultez vinculada al juego es mucho más divertida”, dice Cássio.