Ornitología para intérpretes

En la nueva sede de la sala Moscú, el grupo Basamenta presenta Captura de aves silvestres un trabajo donde la experimentación es puesta en primer plano.

Podría afirmarse que todos los creadores que transitan modalidades o formatos más o menos nuevos en las “artes escénicas” (pos-drama, performance, site-specific, entre otras) persiguen con una ética militante la sustitución de lo mimético, de lo figurativo o referencial: se constriñe la potencia de las Formas. “El relato ha muerto y nosotros lo hemos matado”-podrían parafrasear  los jóvenes (y no tan jóvenes) creadores al borde de la posmodernidad, el manierismo y el pastiche. A veces los resultados son expectorantes, otras veces de un elitismo-académico-teórico nauseoso.

Tomando el concepto de mímesis como procedimiento y objeto de estudio el grupo Basamenta (Ignacio Torres – director-, Matías Corradino, Pilar Boyle, Natali Cabovianco, Fernando Morales, Florencia González) y su Captura de aves silvestres hacen un claro trabajo de laboratorio  grupal para agotar las posibilidades de esta noción tan intrínseca a lo teatral.

Sirviéndose de cierto lenguaje técnico de la ornitología, la pieza despliega situaciones auto-conclusivas donde lxs intérpretes reduplican los signos reconocibles de las aves y sus tópicos de presentación: una voladera rudimentaria, un banco de plaza como zona política de cruce con lo humano y una hamaca para la exhibición.

En Captura de aves silvestres, “lo humano” que cargan lxs intérpretes se monta y desmonta en un “devenir pájaro” a partir de complicadas estrategias de gritos secuenciados, posturas de brazos alados y desplazamientos dirigidos en bandada. Proceso alquímico de lo bajo a lo alto, de lo humano como degradado a lo sublime en el vuelo que se despliega. Mímesis como contingencia, arbitrariedad y crítica.  Finalmente todo está en la actuación como soporte, en una puesta que deliberadamente elige exponer todos sus mecanismos en primer plano;  lxs intérpretes se auto-dirigen en escena para intentar agradar a la única figura humana presente. Inevitablemente se cae en la domesticación.

Luego de 10 años de trabajo y formados en la escuela municipal de arte dramático el grupo Basamenta, sin pretensiones conclusivas, muestra el saldo de una experimentación que promete reformularse en el recorrido de las funciones.

Actúan: Pilar Boyle, Natali Cabovianco, Matias Corradino, Fernando Morales, Florencia González / Producción: Mariana Armelin / idea: Grupo Basamenta / Dirección: Ignacio Torres