¿A todxs el tiempo de detención nos puso en conflicto? Si ¿A todxs nos empujó a enfrentarnos con el vacío y, en el mejor de los casos, a re imaginarnos en compañía de nosotrxs mismxs? Si. Entonces, si es un mal generalizado ¿Por qué me siento el más desgraciado, el más perdido, el más exagerado que sobre dimensiona todo hasta la locura? No sé. Ok. Libros. Si, esos que quiero volver a leer, esos que tengo empezados, esos que no se por qué están en mi biblioteca pero que nunca abrí. Algunos me entretienen, otros me expulsan, otros me resbalan como si yo estuviese hecho de teflón. Palabras, letras, frases sin sentido y otras que marco con lápiz. Ok, música. Spotify, mis listas, mis recomendaciones, las recomendaciones de las recomendaciones, lo que se escucha, lo nuevo para mí, lo que no me puedo perder. Me arden los oídos, me duelen las orejas por llevar esos tapones inalámbricos tan mononos con los que puedo pasar el tema con un simple “tap”, ya ni tengo que agarrar el celular.
Netflix, lo nuevo, lo que es tendencia y un algoritmo que no sé si me conoce, me consiente o me aliena. Amo los policiales y ya todos son iguales. No importa si es un policía español, yanqui, turco o alemán, todos terminan haciendo ese mapa obsesivo con fotos, recortes de diarios, palabras sueltas y a resolver el crimen (99 % mujeres asesinadas) que también se conecta con ese trauma del pasado. Terror, me copa, jumpcares, demonios y fantasmas furiosos (99 % mujeres enfadadas), road movies, acompañantes obligados, muy disimiles, aprendizajes, alguna que otra risa inesperada para contrastar con la discusión que casi tira todo por la borda. Comedias. Golpes, malos entendidos ¿Una de súper héroes? Uf, ya es un montón. Basta de pantallas por favor. Tengo los ojos ardidos, y la cabeza que late. Un poco de ejercicio. Una toalla en el suelo, botellas de agua que simulan ser mancuernas, mi propia imagen humillante con un jogging estirado y un dolor de cuello que me va a durar una semana.
¿Jardinería? Ok, pero temprano, porque cuando baja el sol hace frio y no me quiero enfermar ¿Eso es una planta o es un yuyo? Cocinar, claro, pan, carne al horno, comida china, y lavar todo lo que ensucié. Me baño, largo y tendido. Limpio la casa, barro las hojas, los vidrios me quedan vetados, es imposible, la utopía es un vidrio sin vetas. Copa de vino, otro policial genérico y rezar para que me de sueño. Como cansa descansar ¿Será que solo sirvo para una cosa? ¿Será que solo puedo disfrutar una cosa? ¿Tanto mamé la bajada de línea tana donde somos porque trabajamos, porque producimos, porque somos útiles? ¿Somos útiles? Solo quiero volver a ensayar, a aburrirme en esas puestas de luces eternas, a cargar escenografía pesada e incómoda, a la agenda como Tetris. Me quiero encontrar con vos en un hall, darte un abrazo y decirte que tenemos que juntarnos a comer. Quiero ver esa obra que tanto me recomendaron y tanto dilaté ver. Quiero odiar esa puesta, quiero amar a esa actriz, me quiero aburrir, quiero llorar, quiero encontrarme emocionado y ansiosos y muerto de miedo porque hoy viene ese crítico, y muerto de amor porque hoy vino mi papá. Quiero volver a estar en una habitación enorme, llena de gente en silencio, a oscuras, donde de golpe nos reímos todos a la vez. Quiero volver a quejarme porque estoy cansado. Quiero tener la necesidad de descansar ¿Qué hay de nuevo en Netflix?.
Emiliano Dionisi es actor, bailarin, dramaturgo y director.
Imagen de nota @estudiolightbox