INIVITAMOS A BERNARDO CAPPA, GABRIELA AURORA FERNANDEZ, GABRIEL GAVILA, MARIELA ASENCIO, MICAELA FARIÑA, MATÍAS MILANESE Y JULIAN PONCE CAMPOS A DAR SU TESTIMONIO DE COMO ES SU SENTIR EN EL RETORNO A LAS ACTIVIDADES PRESENCIALES.
Hay que aceptarlo: hemos reencarnado masivamente en una existencia otra: nuestras prácticas cotidianas ya son novedosas. Ya son. Ante una trivialidad como un encuentro entre amigos se erigen preguntas, especulaciones y cálculos protocolares que eran impensados (pasaremos de largo las estrategias de interpelación moral que se desarrolla en forma horizontal entre los individuos). En este contexto donde “el encuentro” es punto de conflicto y contagio, la práctica teatral se descubrió en apuros. El convivio se había convertido en una zona de peligro. Y el teatro es fundamentalmente encuentro entre cuerpos. Durante un tiempo lxs creadorxs de la escena se debatieron con argumentos varios (algunos más lógicos y piadosos que otros) qué posición tomar al respecto entre cruces de base partidaria, ayudas deficientes y cierre de salas. Luego de una breve reapertura a principios de año, ahora parece que la actividad se encamina de una manera controlada a sostenerse sin interrupciones.
Los 7 testimonios que dan cuerpo a esta nota describen la experiencia íntima y personal del retorno a la actividad presencial. Términos como: Normalidad, Cuerpos, Entusiasmo, Felicidad, son algunos de los núcleos sensibles en estas bitácoras apuradas. En todas algo se vuelve concreto: eso que reconocemos como Teatro es la Voluntad en su devenir a la Forma; en un contexto tan desfavorable las obras podrán ser leídas como un objeto artístico que se materializa por la acumulación, ya no de Capital si no de trabajo, pulsión y ansias. Queda planteada así una nueva estrategia de lucha y resistencia.
Bernardo Cappa
Tengo un entusiasmo renovado. Tomo los recaudos necesarios. Pero otra vez siento la energía que da sentido a las cosas. El mundo recupera su sensualidad. La pantalla podrá tener las posibilidades que pueda tener pero es una pantalla. La presencia. Imaginar a los espectadores, la sala, es volver a recuperar el sentido de la vida que parecía perdido. Los ensayos se llenan de fantasmas. El público ya está presente en la fantasía. Hay presencia. Hay presente. Aprendimos en estos meses en los que no nos vimos que nos necesitamos, mucho. Y nos animamos a confesarnos en medio de la desesperación que no sabemos bien para que, el uno sin el otro está incompleto, y que en algún teatro en alguna función es posible que sintamos que eso que nos falta, ese pedazo, esa ausencia, se complete. Buscamos ese instante con desesperación, ese instante que huye hacia todas las direcciones. Volver es recuperar esa energía. Se siente en Buenos Aires esa energía dando vueltas por la calle, ojalá la sepamos administrar y no hagamos como solemos hacer, no las malgastemos, ojalá en este tiempo hayamos aprendido que en el hacer está el sentido venga la cantidad de espectadores que venga.
Ensaya para estrenar próximamente las obras El relato (en Nun) y Las Rositas (en el Centro Cultural El Deseo). Reestrena Las vengadoras en Nun Teatro los viernes 21 hs. y en octubre La pelea y Un almuerzo argentino en Hasta Trilce.
Gabriel Gavila
Volver (¿A lo mismo?). Hace casi dos meses el gobierno nacional habilitó la reapertura de actividades culturales presenciales en todo el país, con el cincuenta por ciento de público para los teatros.
Los aforos fueron creciendo a la par de la incertidumbre.
¿Es tiempo de volver?
¿El público volverá a las salas?
La presencialidad trae el concepto de “nueva normalidad”.
Nosotros, los artistas del circuito independiente, estábamos esperando volver a la normalidad y a mi me gustaría que no fuera tan así.
Por qué esa “normalidad” a la que nos acostumbramos nos llevó a una actividad independiente vapuleada y precarizada.
No quiero volver a esa normalidad.
Me interesa el concepto de establecer una “nueva normalidad” mientras sea otra cosa.
Intuyo que si todo continúa así, por una cuestión de necesidad, terminaremos aceptando condiciones peores de las que teníamos.
No tenemos que estar agradecidos por volver a una pésima condición.
Debemos crear nuevas formas para que la nueva normalidad sea justa y no solamente "normal".
Desde lo personal brego por un cambio.
¿No podemos vivir de manera digna de nuestro trabajo?
¿Estamos obligados a volver a la presencialidad?
¿Será redituable?
Eso que muchas veces llamamos "Amor al arte" es trabajo no pago.
Participa como autor y director en Chicos Lindos los viernes 20 hs. en Espacio Artistico “LA SODERIA”, en Los actores infelices, también como autor y director, los sábados 19 hs. en el Teatro El Excéntrico de la 18 y actua y dirige Fucking Impro, El nuevo show del Grupo Improvisa2, los sábados 22.30 en NUN TEATRO
Micaela Fariña
Felicidad. Fiesta. Soy consumidora y hacedora del teatro. Lo entiendo presencial -pienso en cómo esta palabra ahora es una característica de algo que antes era indudable- y todo el 2020 no paré de buscarlo. Me y nos inventamos proyectos como salvavidas, streamings para recordar lo que era hacer algo en vivo y ensayar, ver obras grabadas, para recordar el sonido de la risa o un silencio demoledor de alguna función. Algo que contenga la ilusión de que siempre el teatro sobrevive. Así fue y es.
Hoy vuelvo a ver y a actuar. Llego con barbijo, sanitizada -nuevo vocabulario otra vez-, con varios PCR encima y hasta vacunada. Nos descubrimos sonrientes ocultos y en CHACO ARDE, la obra que hago y se vio interrumpida por pandemia, siento risas que sobrepasan cualquier tela que intenta esconderlas. El público distanciado se une en el milagro del reencuentro. Volvimos. Es raro aún. Con muchas bajas y preguntas con respecto al valor y el lugar que se le da a la cultura. Con sentirnos vulnerables con los entes que deberían cuidarnos. Pero volvemos como público, como artistas, porque tenemos esa loca necesidad de encontrarnos y celebrarnos por existir. Siempre es fiesta y estamos todos invitados.
Actúa en “Chacho Arde" los sábados 21:00hs. en Teatro Tadrón.
Mariela Asensio
No veía la hora de volver. Así de simple. La vida sin teatro me estaba volviendo loca. Más allá de todas las complejidades que implica la “nueva normalidad”, volver es en sí mismo una buena noticia. Por lo demás, todo es un barajar y dar nuevo. Primeramente aprender a transitar los miedos que imprime la peste, pero esta vez por fuera de las paredes de una casa. Sentir que el virus acecha es extenuante. Más allá de las distintas formas que las personas tenemos de transitar un mismo hecho, es todo un tema tener al bicho ahí pisándote los talones. Es complicado cuando el miedo esta tan adelante. Y no hablo solo de la enfermedad. Hablo del miedo a tener que parar todo para volver a encerrarte. Trabajamos con tapabocas, máscaras transparentes, distancia social, sanitizantes. Articulamos protocolos al pie de la letra. Incorporamos cada cosa sin rodeos porque necesitamos la escena. Dicen que la virtualidad “llego para quedarse”, y no me peleo con la idea. Sin embargo, estoy segura de que no nos alcanza. Necesitamos los cuerpos, el presente, el espacio compartido. Estamos aprendiendo la manera de relacionarnos con nuestra tarea y con las otras personas en esta coyuntura hostil. No es fácil, pero lo estamos haciendo. Ya veremos que formas adquiere el trauma que vivimos. Hacia cuales destinos nos lleva. Y por sobre todo, que cosas abrirá en nuestro pensamiento critico.
Actúa y escribió junto a Maruja Bustamante en la obra LA CASA OSCURA los viernes 21 hs en el Galpón de Guevara dirige Paola Luttini. Estrena el 22 de septiembre PERDIDAMENTE en Multiteatro, escribió junto a Muscari.
Gabriela Aurora Fernández
Si hacemos click con el botón derecho en el mouse y buscamos sinónimos de la palabra volver arroja lo siguiente: regresar / reaparecer / revertir / retornar.
Veo luminoso pensar este tiempo dejándome llevar por el viaje que me ofrecen estas palabras que imagino como balsas. Y aun siendo sinónimos sugieren vías distintas para pensarlo.
Voy por la primera: regresar, en su origen está el volver hacia atrás.
¿Qué iría a buscar allí? ¿a qué regresar? ¿qué querría recuperar?
En un acto de habla interna me respondo sin dudarlo, voy al rescate de mi pasión, mi fuente de trabajo, mis salidas con amigues, el encuentro familiar.
En esta evocación sensible cambio de balsa y reaparecen en estos reencuentros las formas de un pasado que quisiera revertir.
Si veo hoy la escena teatral, desde los circuitos cercanos, tengo la siguiente imagen:
En un predio hay varias calesitas girando: Arriba de una veo niñes ciegos intentando agarrar una sortija que no ven. En otra veo niñes peleándose por la sortija. Y en la tercera veo la calesita a la que quiero retornar. Con niñes empoderades sobre caballos con alas, dueños de la calesita y de sus sueños. Y sin necesidad de pelear sortija alguna.
Disfrutando la belleza del giro nomás.
Actualmente participa en la realización de vestuario en Retrospectiva Mariana Chaud complejo teatral, en Los cien años del Cervantes, en la reposición de Terrenal y en la nueva obra de Mariana Chaud en el complejo Teatral. Continúa con sus clases.
Matias Milanese
El anuncio de la vuelta al teatro fue de un día para el otro y sí bien hubo una mezcla de entusiasmo y manija por volver a montar lo que había quedado en pausa también sentimos una gran incertidumbre en cuanto a cuán real o duradero sería.
Dicen que el que se quema con leche cuando ve a la vaca llora.
Sin embargo, acostumbrados a hacer y montar teatro en los escenarios más inhóspitos e inesperados, desde la productora que dirijo junto a mi novio (@lospipisteatro) decidimos aceptar las propuestas que nos llegaban de los teatros en los que veníamos trabajando.
¿Pueden volver con esta obra en 2 semanas?
No hay lugar para la duda en los tiempos que corren y así fue como vivimos el volver a las salas. Sin dudar. Apostando a que la única salida es ocupando los espacios que, ahora sabemos, pueden quedar deshabitados y convertirlos en un evento de resistencia y comunión.
Y la apuesta llegó con grata sorpresa ya que las obras están llenándose de gente y nos asombra cómo la mayoría de las entradas pertenecen a nombres que no conocemos y que con un genuino deseo salen a buscar nuevos espectáculos para volver al teatro.
La vuelta está siendo una fiesta y, por suerte, no parece estar por terminar.
Actúa en Lo único épico aquí lo hemos robado (La guerra de las galaxias) en Timbre 4 los viernes 21:30 hs. y en Imaginaria en el Espacio Callejon los jueves 20:30 hs.
Julian Ponce Campos
Fui y vine como bola sin manija durante un tiempo razonablemente largo. De la cama al living y del living a la cama, una cosa así, aunque sin cambio de espacio porque transité la pandemia en un monoambiente. Cama y living fueron entonces la misma cosa, el mismo decorado o la misma puesta en escena. Una plataforma giratoria al estilo teatro Cervantes no me hubiese caído nada mal para cambiar el enfoque de vez en cuando, pero tampoco podía pedirle tanto al departamento de la calle Perón. Mientras no pude actuar, interpreté un poco para mí mismo. Busqué alguna contestación en vano. Hurgué y hurgué sin éxito. Cada tanto hacía alguna monería frente al espejo, para no perder la costumbre. O la cordura. Me aprendí un texto y lo repetía una y otra vez a la hora del baño. "Yo no fui a la luna, fui mucho más lejos. Tan lejos..." exclamaba mientras me enjabonaba. Y todo muy lindo, Tennessee Williams muy orgulloso de mí desde la tumba, el teatro vivía en mi interior y toda la sarasa junta, pero algo faltaba. Cuando volví a actuar este año, salí a escena y lo primero que pude ver fue a una señora que me estaba mirando fijo. Muy atenta, muy clavada la mirada. Ni siquiera el barbijo pudo esconder la tensión y el regocijo del encuentro mutuo. Ahí, en los ojos del otrx, estaban todas las respuestas que había buscado bajo la ducha.
Actúa en Jauria los domingos 18 hs en el Teatro Picadero