Hay lugares en donde estamos a salvo de todo. O al menos así lo creemos. A veces los conocemos y a veces no podemos divisarlos. De eso trata un poco la nueva obra de Federico Buso: de seres algo perdidos en la tierra que todavía buscan su lugar en el universo, en algo que está más allá, y que aquí toma la identidad de Caturno. “¿Es un planeta, un pueblo o qué?”, se lee en la sinopsis. Y no se sabe bien: esa duda flota durante toda la obra y hasta se convierte en una característica de los propios protagonistas que viven esa incertidumbre.
Los protagonistas son dos primos que viven, de alguna manera, envueltos en una atmósfera del pasado. Su cabeza procesa un montón de recuerdos del pasado que tampoco tienen tan en claro, y recuerdan a una tía misteriosa que los marcó durante su infancia. ¿La tía vive o está muerta? El texto de Federico Buso es una pieza enmarcada en un contexto muy cotidiano, pero con una característica que la eleva y la hace particular: hay una fina capa de lirismo, de un mundo algo onírico; una apuesta por demás compleja, que requiere de mucha imaginación en la ejecución de la puesta. En determinado momento de la pieza también se juega a plantear una intertextualidad con el cuento La intrusa, de Jorge Luis Borges (a quien jamás se menciona) de la que hubiera sido interesante ver todavía más desarrollo.
La escenografía de Rodrigo González Garillo (un nombre muy reconocido del teatro alternativo nacional, que tuvo grandes trabajos y varios éxitos a su cargo; como por ejemplo Petróleo, de Piel de Lava) es muy vistosa y tiene un lugar muy importante en la propuesta, un invernadero entre realista y kitsch muy bien desplegado en el escenario del Espacio Callejón. Allí donde la ficción y los sueños se amalgaman sin distinción y que, sobre todo, acerca al espectador cierta calidez en esas paredes en donde conviven seres algo enrevesados. El vestuario de Ana Markarian (otra firma que ya se convirtió en garantía de buen gusto) se luce muy especialmente en el cuadro de tango cerca del final de la obra. Ese cambio es impactante.
Todos los personajes tienen delineadas características particulares y cada uno es muy distinguible por sobre el otro. Las actuaciones de los cuatro actores que componen el elenco (Matías Broglia, el también dramaturgo Federico Buso, Martin Tecchi y Debora Zanolli) son correctas, aunque por lo característico de su personaje, quien se lleva las mayores risas de la platea es Broglia.
Por Gaston Cuneo
Dramaturgia: Federico Buso
Actúan: Matías Broglia, Federico Buso, Martin Tecchi, Debora Zanolli
Vestuario: Ana Markarian, Teresa Morcillo
Escenografía: Rodrigo González Garillo
Coreografía: Marisa Toboadela, Debora Zanolli
Jueves a las 21:00hs - Espacio Callejón (Humahuaca 3759)