El axioma de Larry Mitchell en Maricas y sus amigas entre revoluciones: “El amor romántico, esa ilusión última, nos mantiene con vida hasta que lleguen las revoluciones” rasga como un cutter la narrativa del amor que propone la industria cultural, y los aparatos de representación y producción. Si la revolución se plantea como polo opuesto al amor romántico, éste no puede ser otra cosa que un avatar codificado del Capital, que necesita reproducir los afectos y sus intensidades y adaptarlos al consumo de lo obsoleto. Afectariado Combativo (“somos una comunidad difusa en proceso de desindentificación del mundo heterosexual y en lucha contra la precarización afectiva y daño corporal que su hegemonía reproduce”) en su te/ortulia Dramas gratis k0nci3rt0 0d4 c0njur0 4l 4m0r r0m4ntic0 expresa su crítica por saturación y reapropiación. Si la insipidez de las baladas o boleros que reconocemos como un mantra se enciman y caen unas sobre las otras sin solución de continuidad el efecto que producen roza una arquitectura de lo sublime: dos clichés provocarían risa, cien conmueven. En esa conmoción es posible una crítica sensible y festiva.
Lxs intérpretxs ocupan el micrófono unx detrás del otrx: Ricky Martin, Mujer contra mujer, Nino Bravo, Sabor a mí, Llorando (versión Mullholand Drive), entre muchxs, dialogan en este Olimpo Camp develando lo violentamente absurdo de entonar semejante poesía. “Nos organizamos para un goce desobediente y degenerado. Con el concierto Dramas Gratis conjuramos y exorcizamos en comuna la producción cultural del "amor" monógamo-heterosexual basada en el sufrimiento, que ha moldeado nuestra manera de sentir y de relacionarnos. En su lugar nos proponemos crear espacios para respirar, a favor de un futuro no heterosexual”.
Como en todo culto mistérico, o sea para iniciados, el sacrificio como ofrenda es un punto nodal (y performático en sentido amplio). Entre medio de las canciones, las lecturas arengadas y un incienso asfixiante, la performance pos-porno S/M es para los feligreses la expiación de todos los males: el placer restringido a zonas erógenas (cortes significantes y disciplinarios sobre el cuerpo) y a prácticas codificadas por los discursos médicos (y psicoanalíticos, sin duda) cuyo desvío será debidamente patologizado. “Las prácticas BDSM son ya una puesta en escena. Usamos estas escenas como puntos de fuga a las prácticas sexuales organizadas por la genitalidad y su lógica reproductivista/familiriarista. La heterosexualidad es una forma de vida dominante con sus propios guiones del placer. Nosotrxs los pervertimos y los actuamos de otras maneras”.
Rejuntadxs a partir de los talleres de Poliamor de D4n4 y en los espacios de formación de práctica performativa de la indomable Silvio Lang, Afectariado Combativo, denuncia los contratos del amor heterosexual desde su propia semántica ideológica y la privatización sexual del cuerpo forzando los límites de sus orificios y del dolor calibrado para alcanzar el goce inefable. Inevitablemente repensar la dimensión del placer (no del deseo) es expandir las dimensiones del Sujeto.
Próxima fecha: 17 de julio en el Club Social 911 (Dorrego 911) “Dramas Gratis, Concierto Oda Conjuro al amor romántico.”