ADEA nuclea a los diseñadores escénicos, es decir, a los responsables del diseño de escenografía, vestuario, iluminación y video escénico de toda la Argentina. Tiene como objeto promover el reconocimiento profesional de esta actividad, pero también defender la instancia laboral en tanto trabajadores del diseño. La Asociación propugna por la indagación del diseño como creación, autoría y, a la vez, obra de profesionales. Se formó en la búsqueda de agrupar, favorecer y estimular los vínculos entre los diseñadores del país y del mundo, pero también con la intención de articular un territorio de diálogo entre profesionales, formadores y estudiantes.
“Herramienta de difusión de nuestro trabajo y del valor del diseño dentro de la comunidad escénica” se plantea en la carta de presentación de su página.
ADEA está haciéndose visible de modos diversos, como puede observarse en su web
https://www.adeaescenicos.com/
Pero hay un detalle que es un gesto altamente significativo: en las fichas técnicas los asociados indican su pertenencia a ADEA.
El Congreso, sin duda, es un gesto más en esta tarea de visibilizar, reflexionar, armar vínculos.
Gonzalo Córdova, el presidente de la actual comisión directiva, resume la razón de ser del congreso, sus objetivos.
“La idea del congreso surge como una posibilidad de establecer una discusión concreta sobre el estado de las pedagogías de la práctica y del medio en el presente y una posibilidad de pensar el futuro como una forma de establecer parámetros diferentes. Esto significa, en alguna medida, llevar a cabo una investigación para ver cómo funciona, cómo se despliega el presente de la formación con el objetivo de ver qué perspectivas tenemos para el futuro. Toda la gestión de ADEA tiende a tomar de la práctica, sus problemas, su falta de visibilidad, sus conflictos en relación con la autoría, su falta de crecimiento, las asimetrías pedagógicas, etc. A partir de esto es que surge el congreso como una búsqueda de foro/discusión y publicidad de la Asociación frente a Argentina y a América Latina con el objetivo de plantear esto. Creo que una de las cuestiones más novedosas tiene que ver con la multiplicidad de perspectivas. Hay otros congresos, pero son académicos o autorreferenciales, no obedecen a una problemática social o económica y éste, en particular, trata el objetivo del diseño como un trabajo y como una manera de cambiar el mundo.
Pensamos que este tipo de encuentro colabora para que la sociedad de diseño se mire, reflexione, sea partícipe, haga cuerpo, construya comunidad deseante, en síntesis, pueda superar esta historia de aislamiento que tiene el diseño. En general, sus protagonistas parecemos estar solos, peleando aislados por nuestras cosas. La idea de un encuentro que además establezca lazos con universidades y con el sector económico y productivo y con el estado me parece que abre una suerte de panorama más específico, más amplio, más concreto, de lo que debe ser la práctica en el diseño.
Una de las cosas más interesantes de la Asociación es que ya no hablamos de jerarquías o de categorías o de roles en cuanto a lo escénico. Estamos tratando de instaurar una cultura de pares que funcionó muy bien desde el comienzo porque la verdad que faltaba este diálogo entre las diferentes especialidades, que no fuera originado a partir de una obra específica o de un objeto en particular. Se empezaron a descubrir equivalencias de procedimientos, fallas pedagógicas, asimetrías, pensamientos, a veces plásticos, a veces arquitectónicos, mezclas de experiencias con lugares de trabajo, siempre intentamos mezclar y mezclar y siempre da buenos resultados.
En este congreso tenemos invitados, por ejemplo: de MiCA, de Proteatro, intentamos sumar instituciones que de alguna manera trabajen con el teatro. También otras personas que van a analizar el problema desde lo económico, desde la crítica, los proveedores de equipos. Vamos a tener invitados que van a hablar del diseño con respecto a las estructuras de producción: cómo son charlas con directores técnicos de teatros oficiales e independientes, en fin, tenemos un abanico pensado para explayar el problema del diseño. Participará gente, incluso, que de alguna manera ha trascendido con el diseño escénico la práctica específica y ha utilizado ese saber para otras áreas.
Consideramos que el diseño es una opción importante en cualquier sociedad que pretenda desarrollarse. Otra cuestión, buscamos elaborar cruces con otras asociaciones, con el medio académico, con el sector productivo.
Además, uno de nuestros destinatarios privilegiados es el alumnado, queremos incorporar a las futuras generaciones, con sus necesidades, deseos y sus formas de entender la profesión.
Para cerrar, hay mesas de ponencias, foros, mesas redondas… va a estar bastante nutrido. También tendremos actividades especiales como visitas guiadas a teatros oficiales.
Nuestra intención es que este encuentro sea cada dos años y que podamos discutir y profundizar temas que harán que salgan mejores profesionales.
La idea fundamental es esa: la inserción del diseño como trabajo en todos sus niveles y todas las luchas que nos quedan por definir y por dar, es necesario para entrar en este mundo tan complejo y tan dinámico, qué queremos aprender, qué podemos enseñar para transformar esta sociedad y estos sistemas de producción tanto en calidad como en forma.
Por Monica Berman