“Tipo, onda, medio que, así, no sé, nada, corte”. En el baño de un colegio, cuatro jóvenes hablan, cuentan, dicen palabras que no son sólo propias. Se paran frente al espejo que refleja sus rostros entre las letras de las paredes, escritas por alguien más. A veces, los días se sienten como un ensayo para lo que vendrá. 

Valentino Grizutti, artista de tan solo 22 años, dirige con gran talento esta obra centrada en la adolescencia, un trabajo sensible e inteligente. Es el segundo montaje de su Compañía Labrusca, integrada por un colectivo de jóvenes creadores escénicos que indagan en los modos de representación teatral. Un director y un grupo a los que prestarles atención.  

Ya desde el título se percibe que el lenguaje está en el centro. Un lenguaje entrecortado, musical como un rap, que no les alcanza a los protagonistas para decir lo que quieren decir. Los chicos prueban una y otra vez con palabras que no llenan, como si repitieran, como si actuaran. Una identidad que se está modelando, un mundo que no logran definir.  

Lo verbal es protagonista, pero no se deja de lado el trabajo corporal. Los jóvenes que integran el elenco, Juan Cottet, Miranda Di Lorenzo, Patricio Penna y Violeta Postolski, se desenvuelven con soltura, carisma y precisión, guiados por los aciertos de la dirección de Grizutti. 

La palabra aparece también en las paredes grafiteadas del baño, un gesto de rebeldía y transformación. El baño es un espacio primordial de la obra, ámbito confesional, el lugar que es testigo de la intimidad de las preguntas e historias intercambiadas con los amigos. “Si las paredes hablaran”, dice uno de los personajes. Algo podría emerger entre la maraña de palabras colectivas y el futuro en blanco.  

Dramaturgia y Dirección: Valentino Grizutti Actúan: Juan Cottet, Miranda Di Lorenzo, Patricio Félix Penna y Violeta Postolski Teatro El Extranjero, Valentín Gómez 3378; viernes 22.30h; desde $3000