Mauricio Kartun: “Por primera vez en mi historia como artista siento que peligra algo que vi crecer y construir”
“Artistas oficialistas, mascotas del poder, vergüenza dan. Claro, trabajan por componenda, porque si fuera por mérito… Lo que hace ese miserable es auténtica corruptela. Humilla el arte dramático. Encima bufón de virrey…”, lanza Angulo, histrión de La vis cómica, obra escrita y dirigida por Mauricio Kartun a la que Horacio Roca, Stella Galazzi, Luis Campos y Cutuli le ponen el cuerpo todos los sábados a las 19.30 en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543).
La tensión entre arte y política atraviesa ese texto estrenado en 2019 y también la actualidad. El autor asegura que “el atractivo de lo artístico es no adelantar las notas de la melodía para que vibren durante la función” y cuenta que durante el reestreno –primera función en el mileísmo– aparecían “risas, comentarios en voz baja y manifestaciones en zonas en las que nunca habían aparecido, señal de que una vez más el arte hace ese raro truco de mago de fiestas infantiles: nos hace creer que se adelanta a su época”.
Kartun no sólo se vale de las metáforas en sus textos dramáticos; también aplica esa figura para profundizar algunos conceptos durante la entrevista con Llegás: “Creo que la realidad flota alrededor nuestro en forma vaporosa y el arte no hace otra cosa que manifestarse como vidrio frío donde ese vapor puede condensarse y transformarse en gotitas. Uno pone el vidrio; la realidad va y se pega. Después del reestreno quedamos perturbados, con la sensación de que la obra ganó nuevos significados y resonancias, no sabemos hasta dónde pueden llegar”.
Una piedra basal del universo Kartun es el humor. No hay receta en la que falte ese condimento. El autor explica que la risa puede tener diversos valores: hay un fin estratégico porque resulta útil para capturar la atención del espectador, disminuida drásticamente en los últimos años por efecto de redes y plataformas; por otra parte, revela el carácter ingenuo del teatro, que en esta obra se expresa a través del perro Berganza y los recursos metateatrales; pero también existe un componente asociado al perfil de cada autor. En relación a la metatrealidad, Kartun dice: “Hoy el teatro gana más cuando revelamos el truco, cuando no intentamos convencer a nadie de que es un juego. Blanquear la ingenuidad del lenguaje permite que cualquier espectador se sienta jugando ese juego infantil sin necesidad de pensar que lo es. Sigue siendo disfrutable porque tiene un poder extraordinario”. Y desde un lugar más personal, agrega: “Me parece que el humor es algo vital. Creo en la risa como alimento de todas las relaciones humanas: la amistad, el amor, el erotismo”.
¿Dónde reside la potencia del teatro porteño? Es una pregunta amplia y bastante compleja de responder, pero Kartun se toma el tiempo para pensar. El autor encuentra un factor clave en la variedad y explica: “Muchas veces el público de una ciudad queda atrapado en estéticas muy selectas con las que no se siente representado y abandona el teatro como lugar de deseo. Acá hay variedad y eso, a la vez, produce otro fenómeno: los actores y actrices están obligados a trabajar en estéticas y poéticas muy diferentes, por lo tanto, incorporan un saber múltiple. Creo que es una de las razones por las cuales el actor argentino es tan extraordinario y tan valorado en el mundo: ellos atraviesan obligadamente esa variedad”.
Él mismo experimenta esa fascinación por actores y actrices durante las funciones de La vis cómica. Kartun define la actuación como “un saber de tiempo” y encuentra en la representación un momento de éxtasis, lo describe como un ritual. “Estar ahí en el momento en que los actores dan todo frente al público es maravilloso. Diría que cada vez que me siento a ver el espectáculo –y lo hago habitualmente– se me reafirma la sensación de contar con cuatro artistas extraordinarios que ponen en el escenario 150 años de experiencia teatral: todo lo que hicieron antes, todo lo que aprendieron. Cuando veo esos 150 años manifestándose allí, renuevo votos de amor y erotismo con el teatro: esto es lo que deseo hacer”, afirma con un brillo en los ojos.
Pero esa variedad de estéticas y poéticas no surgió de un repollo; fue posible gracias a políticas culturales exitosas que fueron perfeccionándose durante décadas. “Por eso son tan graves las amenazas que andan dando vueltas en relación a la desaparición del Instituto Nacional del Teatro y la aplicación de la Ley Nacional del Teatro –advierte Kartun–. Este fenómeno nació hace 26 o 27 años y ayudó a tener hoy esta cantidad de obras y estéticas, habilitó la posibilidad de sostener espacios que de otra manera no habrían podido sostenerse. No son un gasto; son una inversión que multiplica en mucho a la cifra invertida. El pequeño sostenimiento que recibe una sala independiente permite que miles de personas asistan a esos lugares para consumir arte a valores ínfimos en relación a los del circuito comercial. Esa multiplicidad de espacios sorprende a cualquier extranjero. En Villa Crespo tengo a la vuelta de mi casa tres o cuatro”.
Si en un formulario debe completar el casillero que indica “profesión”, Kartun escribe la palabra “dramaturgo”. Alguien podría retrucar que la casa donde hoy vive no la compró con derechos de autor sino dando clases, pero lo cierto es que él piensa como dramaturgo y se reconoce en esa identidad. “Creo en la variedad de inteligencias: hay una diversidad cerebral muy clara entre un actor, un director o un autor. En mi cabeza todo pasa a palabra. Cuando yo me pongo a dirigir no tengo ni una sola imagen, es más, ruego que los actores hagan algo que me parezca atractivo para decir ‘es por acá’. No puedo imaginar en imágenes visuales, sólo literarias”.
Cuando se le pregunta por la gestión cultural del gobierno de Javier Milei, el autor no se anda con vueltas y responde: “Por primera vez en mi historia como artista siento que peligra algo que vi crecer y construir: la Ley Nacional del Teatro, el INT. Vi cómo mejoraba día a día, cómo corregía errores y encontraba nuevas formas para funcionar. Cuando las leyes dan sus primeros pasos siempre hacen ruido y yo pude ver el trabajo que costó todo eso. Siento que este es un momento de riesgo real de algo que se construyó y funciona muy bien. Creo en la necesidad vital de defenderlo con todas las herramientas posibles. Sin el compromiso de los artistas en este campo de defensa y resistencia, lo que se pierde puede volverse irrecuperable. No defenderlo supondría perder ese círculo virtuoso que creó una ciudad que es objeto de estudio en el mundo por su variedad, calidad y cantidad de producciones. No defender eso generaría una culpa muy grande. Hoy es necesario defenderlo con uñas y dientes”.
Por Laura Gómez
Dramaturgia y dirección: Mauricio Kartun
Actuación: Horacio Roca, Stella Galazzi, Luis Campos y Cutuli
Sala Solidaridad del CCC (Av. Corrientes 1543)
Sábados 19.30 hs. Entrada general: $10000 (Pullman $9000)