Cambiar el mundo a codazos
Sección Teatro - Revista Llegás
Teatro - Notas

Cambiar el mundo a codazos

Sobre "Prima Facie", dirigida por Andrea Garrote

7 de agosto de 2024

Los tribunales de justicia son un teatrito en el sentido de que configuran una suerte de “rito sagrado” con sus propias reglas ensayadas durante siglos, protocolos estandarizados y personajes definidos en función de su poder y sus circunstancias. Son ritos con dinámicas muy pautadas al igual que una clase universitaria, una consulta médica, una sesión de terapia o una cita amorosa: pequeñas cristalizaciones de las macro-estructuras (la Justicia, la Educación, la Salud, el Amor). Prima Facie, obra escrita por la abogada australiano-británica Suzie Miller, pone en escena ese teatrito de una manera muy cruda porque explora cómo es el tratamiento de los casos de violencia de género en los recintos judiciales, cuál es el rol de jueces, fiscales y abogados defensores, y cómo se tramita el sufrimiento de las víctimas.

Buena parte de esa crudeza reside en el hecho de que la protagonista –interpretada con gran destreza y sensibilidad por Julieta Zylberberg– pasa de un lado a otro del estrado. Ella es una abogada penalista que defiende a hombres acusados de agresión sexual (lo hace sin ninguna ingenuidad y tiene varios argumentos para justificar su accionar) hasta que un giro trágico en la trama la coloca en el lugar de víctima y, como la mayoría, se paraliza e incurre en esa clase de torpezas que ella solía recriminarle a otras mujeres desde la defensa. Ese giro trágico no responde a un capricho de los dioses: con un colega tiene encuentros sexuales en la oficina, el vínculo evoluciona con varias copas en un bar y ella lo invita a su casa pero NO consiente el acto sexual. Lo que le ocurre a la protagonista se enmarca en la estructura patriarcal que rige las sociedades y nace en esos micromachismos que apenas se perciben, pero atentan todos los días contra la igualdad y, eventualmente, pueden desembocar en este tipo de delitos. En ese sentido, la versión local dirigida por Andrea Garrote dialoga de forma directa con la realidad. A propósito de esto, me parece importante señalar dos datos:

1. El 11 de junio se llevó a cabo un junket de prensa donde se mostró el primer acto y las protagonistas charlaron con las periodistas (en su mayoría mujeres) después de la función; un día antes de ese evento, la justicia brasileña había condenado a Juan Darthés a 6 años de prisión por el delito de estupro contra la actriz Thelma Fardin.

2. Prima Facie se estrenó oficialmente el 2 de julio; ese mismo día el colectivo Periodistas Argentinas hizo una conferencia de prensa para denunciar públicamente a Pedro Brieger por 19 casos de acoso sufridos por colegas periodistas, estudiantes, vecinas y otras mujeres que compartían entornos con el acusado.

En este punto una podría preguntarse: ¿qué es lo que puede hacer el teatro frente a realidades tan crudas? ¿Cuáles son sus recursos, sus herramientas? ¿Cuál es su potencia? El teatro no tiene por qué servir para nada y pensarlo desde ese utilitarismo me genera bastante rechazo, pero la autora contó en varias entrevistas que había logrado cambiar más cosas con este texto dramático que ejerciendo su profesión durante décadas. Un ejemplo concreto: después de ver la obra en Londres, una jueza quedó tan impactada que decidió cambiar el instructivo que los miembros del jurado están obligados a leer en su corte para fallar en casos de violación (ahora se aclara que si una víctima de abuso no recuerda todos los detalles, eso no significa que esté mintiendo). Más de una vez, los abogados defensores –y esto es exactamente lo que hace la protagonista de Prima Facie– aprovechan esos olvidos o confusiones para desestimar el relato de la víctima y poner la sospecha sobre la mesa. “Los psicólogos han demostrado que una víctima de agresión sexual a menudo recuerda exactamente quién es la persona y qué le hicieron, pero no el orden de los acontecimientos o detalles periféricos”, explicó Miller.

Si la ficción no puede cambiar el mundo de manera radical, sin dudas puede configurar otra manera de pensarnos, tender puentes con esas otredades que a veces nos resultan tan ajenas y habilitar la empatía (un concepto que se enuncia mucho pero se encarna poco). El trabajo interpretativo de Zylberbeg es descomunal porque permite que un solo cuerpo narre todos los estados, desde el canchereo inicial hasta la desesperación final. A través de ese canal interpretativo, los espectadores pueden sumergirse por un momento en la cabeza de la protagonista, pensar como ella piensa, ponerse en sus zapatos y ver el mundo como ella lo ve (un modo que no siempre es cómodo ni complaciente, pero de eso se trata justamente, ¿no?).

La pieza se divide en dos partes. En la primera, directora y actriz se permiten el humor y la ironía para contar las peripecias de esta mujer exitosa que en algún momento tuvo que abrirse camino a los codazos (su extracción de clase es un dato que aparece por debajo pero está siempre latente y puede explicar varias cosas). La violación por supuesto es el gran sacudón y en la escena emerge un dolor que nace de una certeza terrible: ya nada será como antes, la vida de esta mujer cambió para siempre en unos minutos. Zylberberg, quien ya se había destacado en otro unipersonal –La fiebre– pone aquí toda la carne al asador: no sólo da vida a la afectada sino a su propio agresor en una escena tan cruda como inolvidable, coreografiada de manera muy inteligente. Es una buena noticia que en la cartelera comercial haya una obra como Prima Facie, con un abordaje complejo sobre un tema tan áspero, capaz de dialogar tan profundamente con el presente. La estadística chicanera de la decana de Derecho (sólo uno de cada tres estudiantes logrará recibirse) se transforma más tarde en una estadística del espanto: “Mirá a tu derecha. Mirá a tu izquierda. En el medio estás vos. Dos de cada tres mujeres van a sufrir algún tipo de abuso o violencia este año”.

FOTOS: NACHO LUNADEI

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PRIMA FACIE
Actúa: Julieta Zylberberg
Producción general: Valentina Berger, Sebastián Blutrach y Tomás Rottemberg
Autoría: Suzie Miller
Dirección: Andrea Garrote

MULTITEATRO
Av. Corrientes 1283
Lunes y martes a las 20:15 h