Una película sin Julie
Sección Teatro - Revista Llegás
Teatro - Notas

Una película sin Julie

21 de noviembre de 2024

Una película sin Julie lleva un par de temporadas, varias salas, mucho público, muchas recomendaciones.

Así, sin aclaraciones, Julie podría ser cualquiera, pero no.  La referencia –  así solita con el nombre propio, eso que sucede cuando hay mucha confianza con el mencionado, aún más, la confianza entre el que dice y el que escucha es compartida. ¿Tanta confianza para hablar de Julie Andrews? 

Sí, un poco es lo que se juega en esta obra que, por un lado , es un homenaje, pero por otro una historia hecha y derecha que pone en juego nuestro vínculo con la ficción, con la música, con el cine, con la fantasía, con todas esas cosas que nos ayudan a vivir. 

¿Cómo nació la idea de esta obra?

La idea era homenajearla a Julie Andrews en esos roles icónicos que hizo en La novicia rebelde y en Mary Poppins donde fue esa niñera o institutriz que frente a esos niños a los que les faltaba una mano que pusiera orden y disciplina, logró encauzarlos con amor, con música, con magia. Creo que a mí eso me sedujo muchísimo más allá de que, además, al ver esas películas, en su momento, yo quería ser alguno de los niños von Trapp corriendo y cantando con María por los Alpes.

¿Y cómo se materializó? 

Dos años atrás me ofrecieron la sala del 25 de mayo para hacer un show, un concierto…había piano, había fecha, había sala. Lo convoqué a Fernando Albinarrate, el autor de Una película sin Julie, que compartía conmigo la misma admiración y amor por Julie Andrews. Yo tenía un monólogo escrito, pero fue Fernando el que le dio forma a lo que hoy es esta propuesta.

¿Cómo explicás el éxito de esta obra?

Creo que el éxito se debe a que mucha gente se siente identificada con esto. No solo los que vieron La novicia rebelde y les gustó, los que vieron la película muchas veces, a los que les gustaba el rol de Julie Andrews, la quieren, la admiran sino que hay, además, una historia que se cuenta: una niña que tiene deseos que, a medida que va transcurriendo su vida, esos deseos se ven truncos porque a veces los incidentes traumáticos o los dolores  hacen que uno se encierre en sí mismo y no persiga o no siga con el sueño que tenía por temor, por miedo a ser lastimado, por vergüenza y eso  es lo que le pasa al personaje de Catalina Lonely  en esta obra. Hay un deseo de ser un tipo de persona y luego algo le sucede que hace que esa esperanza, esa ilusión se vea trunca. En la historia aparece algo que hace que ella salga a rescatar a alguien y en ese gesto se rescata, también, a sí misma. Es una historia de vida y hay mucha gente que se siente atravesada por ese cuento.

Llegaron a otro público que no es el de los musicales ¿te imaginás por qué?

A priori parecía que el público iba a ser el de la comedia musical ya que hay muchas canciones, música y baile, pero también se apunta a la gente que le gusta el teatro porque esta es una obra de teatro con canciones. Una historia de vida donde se pasa desde una infancia con ilusión, magia y música hacia una adolescencia con conflictos y hacia una parte más dolorosa de la vida del personaje. Creo que es eso con lo que se enganchó el público, con la posibilidad de ver todo un tránsito de una vida, pasando por personajes, situaciones, emociones y con muy poco. Julio Panno con cuatro sillas, un paraguas, una mesa y dos bolsos logró hacer que en ese espacio y con una sola actriz se contara toda una historia de vida. El público ve a los otros personajes, transita emociones. Los que vieron la obra y la fueron recomendando contaron que esto no era un musical en el que me subo al escenario a cantar y bailar, sino que hay un relato con más profundidad que hace que el público se sienta atrapado o identificado o atravesado.

Lucila Gandolfo afirma que  Panno, el director, hace con muy poco. Yo me voy a disculpar pero se lo voy a discutir.  Porque la verdad no es poco. Es un montón. Pueden parecer pocos los objetos, contables, digamos. Pero hay un texto excelente que va articulando la historia de manera cronológica, con ritmo y poesía en simultáneo. Con un músico al piano, fundamental. Con una iluminación que trabaja los espacios, los tiempos, que baña la ficción dentro de la ficción  y la cruda realidad dentro de la ficción; con un vestuario que transforma a cada personaje de un modo potente. 

Y con una actriz que construye todos y cada uno de los personajes de una manera notable, que se transforma frente al espectador de manera fluida y de pronto nos damos cuenta de que dejamos de ver a la nena en el cine para enfrentarnos a la severa profesora de inglés, sin saber cómo se produjo esta mutación frente a nuestros ojos. Una intérprete además que canta maravillosamente bien no solo los registros de Andrews sino también los de la mujer que aprende a cantar para imitarla y para llenar su vida. 

Hay capas y más capas, desde cómo podemos incidir en la vida de los otros, de cómo un ser de la ficción nos  permite soñar… pero prefiero no seguir para dejar huecos, que se llenarán frente a la maravillosa historia que nos cuentan desde ese imperdible escenario.

Foto: Claudio Larrea

UNA PELÍCULA SIN JULIE
Actúa: Lucila Gandolfo
Autoría: Fernando Albinarrate
Dirección: Julio Panno

TEATRO MAIPO
Esmeralda 443
Viernes 22/11 y sábado 30/11

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