No faltan motivos para interesarse en Ametralladora. Con un trabajo brillante de Nicolás Goldschmidt y una propuesta creada por Laura Sbdar, una de las dramaturgas y directoras más interesantes del momento, este unipersonal se destaca dentro de la oferta de la cartelera porteña.
Una criatura viaja en micro con su hermana. En algún punto del periplo rutero, tienen un accidente. Las dos nenas son internadas en un hospital. En los recintos desangelados del centro médico, se les inyecta suero como leche materna y les hacen radiografías para traslucir el desamparo. Junto a otras nenas, preparan una rebelión de juegos y ternura que se enfrenta en cada pasillo con el dolor y la muerte.
La obra de Sbdar sorprende y descoloca desde el comienzo. Con una puesta sencilla pero fuera de lo común y un texto de enorme potencia poética, plasma un relato de marginalidad contado desde los márgenes. El discurso se va enrareciendo progresivamente, es lúdico y, de a ratos, sigue la lógica delirante y aleatoria de los juegos de niños. Las imágenes son precisas y sugerentes, las palabras despliegan su musicalidad en la onomatopeya.
En su rol como la niña protagonista, Goldschmidt deslumbra y conmueve. El actor, a quien próximamente se lo verá como joven Maradona en una serie, muestra un carisma arrollador y una gran sutileza para atravesar los estados.
Entre pestes de risas, corazones que laten como el beat bolichero de una rave y ametralladoras que disparan narcóticos como palabras, las nenas hacen su manifiesto. Afuera somos ojos que reclaman amor o muerte.
Podes verla en Espacio Callejón (Humahuaca 3759) los viernes 22:30, entradas desde $320
Dramaturgia y Dirección: Laura Sbdar Interpretación: Nicolás Goldschmidt