
Uno de los aspectos sobre los cuales trabaja el transformismo es la torsión: trastoca y desvía aquellos materiales que elabora. En el caso de Piel de encaje, una de las cuestiones que trastoca es el tango, como género musical que, salvo maravillosas excepciones, es retomado como masculino o, en su defecto, masculinizante. La voces de varones han cementado narrativas de la masculinidad hegemónica y el tango se fue instalando un género icónico para la argentinidad. Ahora bien, cuando en la obra Eduardo Pacha Paglieri interpreta estas canciones montado con pollera, remera de encaje negra, tacos y maquillaje en su rostro, su voz grave tuerce esos sentidos históricos. Las canciones de tango se vuelven un grito de liberación, una canción marica cantada para amantes que rompen el corazón o un himno de reivindicacion identitaria. Así, la obra, con autoría y dirección de Fernando Alegre, se suma a una genealogía de tangos desviados como los que han cantado, por un lado, la artista drag Fifí Tango y, por el otro, Gabo Ferro en su proyecto Loca, por nombrar dos casos.
Piel de encaje trabaja con la puesta en escena de otras relaciones, además de la del tango y la disidencia sexo-genérica, como la vinculación entre el melodrama y la historia de la comunidad LGBTIQ+. Se exacerba el tópico del amor imposible y de la pena de amor a la vez que se tematiza la posibilidad de una vida digna para quienes nos corremos de las normas ligadas a la sexualidad y al género. Junto con esto, la obra explora en torno a lo identitario a partir de aquello que reviste al cuerpo. ¿En qué medida la textura, sensibilidad, color de la piel que llevamos produce relaciones diferentes con el resto del mundo? ¿Qué tipo de vinculaciones podrían darse a partir de una piel que es de encaje, una tela con cierta porosidad que raspa y a la vez brinda elegancia?
Agustina Trupia
Ph: Alejandro Palacios
Piel de encaje
Actúa: Eduardo Pacha Paglieri
Autoría y dirección: Fernando Alegre
La gloria, espacio teatral
Yatay 890
Sábado
21hs