Saltar, deslizar, girar son parte del movimiento constante de Ezequiel Tronconi en sus acciones creativas a las que le resulta raro calificar de trabajo
El salto del viejo
Hablamos con Fernando Ferrer autor y director de la obra La fiesta del viejo del fenómeno de llevar el espectáculo al teatro comercial
Un Rey Lear desprejuiciado barrial y amplio, que traslada la Galia al Barrio, a un club de un barrio de Almagro y a su Rey (el presi del club) en un polaco sobreviviente del exterminio de la segunda guerra, que se hizo desde muy abajo, a un timorato y traidor en un rati, a las legiones reales en barras bravas y a un concepto del teatro independiente a la calle Corrientes al Metropolitan Sura, un lugar que cuenta con su propio público. Logra jugar incluso con la propia escena que representa (las simpatías o rivalidades humanas), se inquiere e ironiza sobre la actitud y complicidad social francesa aquélla de la segunda guerra y la actual que contempla el espectáculo y que quizá se ría nerviosamente.